Tras masivas protestas populares, el gobierno de Líbano dio marcha atrás con la medida que había anunciado para cobrar a los ciudadanos por el uso de la app de mensajería Whatsapp.
Horas después del anuncio de la introducción de la tasa a partir de 2020, incluida en un paquete de nuevos impuestos, el ministro de Telecomunicaciones, Mohamed Chucair, anunció que la tasa de 20 centavos de dólar al día por el uso de Whatsapp no se aplicará. Según explicó, la decisión de dar marcha atrás fue del primer ministro Saad Hariri.
La tasa ha provocado que miles de libaneses salgan a manifestarse por las calles de Beirut jueves y viernes, bloqueando carreteras principales y obligando al cierre de escuelas y comercios.
El impuesto, que había sido anunciado por el ministro de Información Yamal al Yarrá, era de 20 centavos de dólar por día, lo que suponía unos seis dólares al mes, a partir del 1 de enero de 2020.
Las protestas del jueves bloquearon la principal carretera en el centro de Beirut y los manifestantes prometieron continuar este viernes con sus movilizaciones, haciendo un llamamiento para impulsar una "revolución en el país".
Líbano está sometido a la presión del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que adopte medidas de austeridad a cambio de recibir apoyo financiero. El país de los cedros, que ha registrado manifestaciones contra el Gobierno en los últimos meses, tiene uno de los mayores niveles de deuda pública del mundo, equivalente al 150 por ciento de su Producto Interior Bruto (PBI).
A pesar de la marcha atrás del Gobierno, las protestas han continuado este viernes y los manifestantes han bloqueado varias carreteras. Las movilizaciones han llevado a las autoridades a clausurar las escuelas y centros educativos y las tiendas y comercios también han cerrado sus puertas.
Los enfrentamientos en las protestas que comenzaron el jueves han dejado un balance de 100 manifestantes y unos 60 policías heridos en el centro de Beirut y han llevado al ministro de Telecomunicaciones, Mohamad Chucair, a dar marcha atrás en sus planes.