Los partidos del Mundial de rugby cancelados entre Inglaterra-Francia y Nueva Zelanda-Italia despertaron las reacciones más diversas: quejas, enojos y hasta el alivio de algún entrenador.
La suspensión de los encuentros deportivos se debió al tifón Hagibis, que sacude Japón por estas horas luego de haber tocado tierra en las costas este sábado por la mañana.
La cancelación de Inglaterra vs. Francia y Nueva Zelanda vs. Italia, que estaban previstos para este sábado, no tiene mayores implicaciones para la continuidad del certamen, más allá de las críticas de los afectados. En ambos casos, se decretó un empate.
En cambio, la decisión de si Japón jugará contra Escocia quedó postergada para el domingo, horas antes del inicio del partido.
En caso de que no se lleve adelante el partido, los escoceses quedarán eliminados y los irlandeses condenados a jugar con los All Blacks en los cuartos de final, mientras que Japón clasificará.
En medio de la polémica, los jugadores japoneses cumplieron con la rutina previa a los partidos. Uno de los clásicos es el Captains Run, el reconocimiento del estadio.
Así fue como el seleccionado local salió al International Stadium Yokohama... chapoteando desde los vestuarios. Pasillos inundados, con rugbiers que simulaban tener que nadar para pasar las lagunas, un campo de juego también con mucha agua y el compromiso del plantel de ultimar los detalles tal como lo ideó el staff técnico encabezado por el neozelandés James Joseph fueron las postales de una inspección de cancha atípica.