Alberto Roldán llegó a la comisaria de Santiago del Estero y confesó: "Me vengo a entregar. Maté a mi mujer...creo que la maté", les dijo.
Cuando la policía llegó a la casa de la víctima, les abrió la puerta la hija de 14 años, que estaba durmiendo y todavía no había visto a su mamá. La encontraron en la cama con el cuchillo incrustado en el pecho.
Las puñaladas fueron tres. Una de ellas le perforó el corazón y a mató en el acto. "No sé lo que hice, que mis hijas me perdonen", pidió Roldán.
El acusado intentará ahora argumentar que estaba "desequilibrado" en el momento del hecho y que no recuerda nada. Es por esto que una de las primeras medidas ordenadas por la fiscal del caso, Aída Farrán Serlé, fue que sea sometido a pericias psicológicas antes de tomarle declaración.