Un chico de 13 años salió a pasear en bote y encontró algo que colaboraría con la resolución de un caso policial que llevaba más de 27 años abierto. Fue en Griffin Lake cerca de Revelstoke, Columbia Británica, donde los padres de Max Werenka tienen un negocio de alquiler de cabañas.
Durante un paseo en bote por el lago, a mediados de agosto, Max encontró un vehículo sumergido. Inmediatamente, él y sus padres dieron aviso a un agente de la Real Policía Montada de Canadá que estaba en el lugar de visita.
En un primer momento, el hombre creyó que el coche correspondía a un accidente ocurrido en 2009, pero luego la teoría se descartó, ya que dicho vehículo había sido retirado del agua poco después del hecho.
Cuando intervino la policía fueron al lugar del hallazgo, pero el ángulo del sol imposibilitaba la visibilidad desde la superficie, por lo que el chico tomó su cámara Go Pro y se sumergió en el lago para obtener mejores imágenes.
Ya en un operativo, lograron sacar el vehículo del agua: era un modelo antiguo de Honda Accord. Dentro del coche estaba el cuerpo de Janet Farris, una mujer oriunda de Mill Bay que había desaparecido en 1992 a sus 69 años.
El hijo de Jane, George Farris (62); dijo a CNN: "Creo que lo peor fue no saber nada. Asumimos que tal vez se había salido del camino o se había quedado dormida, o había tratado de evitar un accidente o un animal en el camino".
Por su lado, la mamá de Max se mostró muy orgullosa por el proceder de su hijo adolescente. "Solo tiene 13 años, pero es muy maduro", dijo. "Es un buen trabajo de detective de su parte", lo elogiaron también los agentes que trabajaron en el operativo.