En una cárcel de Denver, Estados Unidos, una mujer presentó una denuncia contra las autoridades luego de que enfermeras ignoraran sus súplicas de ayuda durante unas cinco horas de trabajo de parto y tuviese que dar a luz sola en su celda.
Las autoridades de esa ciudad aseguraron que Diana Sánchez estaba en una unidad médica bajo el cuidado de enfermeras en el momento del parto. Sin embargo, los videos de vigilancia publicados por sus abogados muestran que la embarazada ruega por atención médica, pero el personal solo le alcanza una almohadilla absorbente.
La reclusa, de origen hispano, que ingresó en la cárcel por un delito de usurpación de identidad estando embarazada de más de ocho meses, pidió ayuda y comunicó que tenía contracciones la mañana del día de los hechos.
En las imágenes, la mujer se recuesta en una cama estrecha, llorando de dolor, se saca los pantalones y da a luz a un bebé. Luego, un enfermero entra y recoge al bebé.
La demanda presentada afirma que los funcionarios de la cárcel "eligieron cruelmente la conveniencia sobre la compasión" ya que no llamaron a una ambulancia cuando Sánchez rompió bolsa y comenzaron a observar sangrado.
Además, acusan que nadie secó o calentó al bebé durante varios minutos, y que el servicio de enfermería no tenían equipo para cortar el cordón umbilical del bebé.
Según autoridades de Denver, tras este caso cambiaron su política: hasta el momento, la decisión del traslado estaba en manos de la Enfermería de la prisión, pero ahora los oficiales están autorizados a trasladar a las mujeres de inmediato al hospital cuando necesitan atención.
