El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Julio Crivelli, afirmó que la Argentina necesita una reforma laboral para elevar sus bajos niveles de productividad y generar mayor cantidad de empleo.
“Hemos llegado a un extremo, todos nos damos cuenta de que la reforma laboral es necesaria en la Argentina, si bien habrá que discutir cuestiones de métodos y cómo hacerla”, afirmó Crivelli.
“Los países con menores requisitos de despido son los que tienen mayor productividad y mayor cantidad de empleo, fíjese qué paradoja”, señaló Crivelli en conversación con Futurock.
En el caso de la Argentina, agregó, se ha llegado a un nivel protección del empleo "altísimo", que hace que la productividad de la industria y del comercio sea "muy baja" porque "no existe la meritocracia".
El caso "extremo" son los Estados Unidos, opinó Crivelli, que es el país "con el sistema más flexible de despidos, probablemente rayaron lo salvaje, pero es también el que tiene menos desempleo del mundo".
“Yo no digo que pasemos del sistema medieval (que tenemos) al norteamericano de golpe, porque sería una locura, pero paulatinamente vayamos hacia un sistema que genere mayor meritocracia, mayor productividad y mayor empleo”, pidió Crivelli.
En ese sentido, destacó el sistema que rige en el sector de la construcción, que tiene un sistema “totalmente flexible y meritocrático” que “sería bueno que se aplique en el resto de la industria”.
En la construcción, dijo que “existe el fondo de desempleo, en el cual la indemnización se va depositando paulatinamente a lo largo del desarrollo del trabajo del empleado, (entonces) en cualquier momento el empleador puede decidir despedirlo sin ninguna causa ni motivo”.
“Esto genera un recambio hacia la calidad, los que trabajan mejor son los que se quedan y los que trabajan poco o tienen bajo rendimiento son sustituidos por otros que tienen mucho mejor rendimiento”, explicó.
“Hay muchas empresas que no se fundan o que no son grandes porque terminaron de fundirse por problemas de despidos. O que no crecen lo que podrían haber crecido por problemas de productividad”, señaló Crivelli.
Por otra parte, según Crivelli, otra de las consecuencias de la baja productividad son los precios elevados. "Nosotros pagamos carísima mucha producción por los impuestos tremendos pero también por la baja productividad de nuestra industria y el comercio. Todas estas cosas se reflejan en los precios que paga la sociedad. Si la productividad es alta, los precios son bajos", concluyó.
El gobierno de Mauricio Macri está en sintonía con la visión de Crivelli. En junio, durante una exposición en Ginebra, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, confirmó que el oficialismo avanzará con una reforma laboral si gana las elecciones de octubre próximo.
El funcionario consideró que esa reforma es necesaria para que la Argentina pueda finalmente “generar empleo e inversión”, después de casi ocho años en los que el empleo privado no crece en términos reales en el país.
“La Argentina necesita modernizar su legislación laboral y terminar la reforma tributaria sumando un capítulo especial para los pequeños contribuyentes y los emprendedores”, dijo Sica.
Por la corresponsalía de Buenos Aires