La Argentina es el segundo país de América del Sur con la tasa más baja de homicidios, de acuerdo a un estudio publicado en Viena (Austria) por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), sobre datos publicados en 2017.
Junto con Chile, que posee el índice más bajo de la región, el país se encuentra por debajo del promedio mundial de 6,1 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Cerca, pero por encima de ese límite, se ubican Perú, Uruguay y Nicaragua. En Brasil, la tasa de homicidios subió a 30 en 2017 y se estima que 1,2 millones de personas han sido víctimas de homicidios intencionados entre 1991 y 2017. De hecho, la subida de las muertes en ese país y en México, ambos muy poblados, explican en buena parte el alza global de la tasas de homicidios en los últimos dos años, tras décadas tendientes a la baja.
La ONUDD destacó especialmente en su informe el caso de Venezuela, donde se registró "el más dramático incremento" de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100.000 habitantes entre 2012 y 2017.
A nivel continental, América registra el 37% de las víctimas, a pesar de albergar solo al 13% de la población global. La cifra media de homicidios anual es de 17,2 por cada 100.000 habitantes, casi el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa. De hecho, es la única región en la que la tasa crece desde 1990.
América Central, con 25,9; América del Sur, con 24,2; y el Caribe, con 15,1, son las subregiones con las tasas más altas de homicidios del planeta.
"Hay otros tipos de homicidios que se ven con más frecuencia que en otros países, como la violencia en la pareja o en la familia. El crimen organizado también es mucho más alto que en ninguna otra región del mundo", explicaron desde la ONUDD.