Cacciola, la tradicional empresa de transporte fluvial de Tigre, finalmente cerró sus puertas este martes y despidió a más de 50 trabajadores al dar de baja todo los servicios prestados en territorio nacional como los viajes al Uruguay.
La empresa prestaba servicios desde Tigre hacia la Isla Martín García, en el plano local, y desde Tigre hacia Carmelo, Uruguay, en el ámbito regional.
Hernán de Corte, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de San Fernando, argumentó que la empresa de transporte fluvial no podía continuar debido a la fuerte caída de pasajeros, lo cual le generó una crisis financiera insostenible.
La empresa había presentado un concurso preventivo de acreedores en octubre de 2018 ante la justicia. Y la semana pasada comenzó a enviar los telegramas de despido a los trabajadores, tarea que completó el lunes último.
En la carta documento enviada a los trabajadores, la compañía dijo que las razones que llevaron al cierre responden a "circunstancias económicas extraordinarias y ajenas al riego empresarial".
De Corte precisó en declaraciones a la radio AM 750 que, entre personal de tierra y marítimos, son más de 50 empleados que quedaron sin empleo, a los que se suman los uruguayos que trabajaban para esta compañía en su país.
"Estamos muy preocupados, es una noticia tristísima. Es algo que se venía viendo, lo venían anunciando. Al servicio lo suspendieron, tanto en nacional como internacional. Ello habían dicho que iban a dejar el servicio de turismo, pero ahora decidieron que tampoco lo van a mantener", lamentó De Corte.
Al explicar qué dicen los empresarios en el diálogo con la comisión interna gremial, De Corte señaló: “Aseguran que no son ajenos a esta crisis económica y que la devaluación de la moneda nacional los mató”.
En los telegramas, Cacciola argumentó que “no ha sido ajena a los avatares de la economía nacional, en la que una combinación de caída de la actividad, más altas tasas de interés y la devaluación de nuestra moneda han influido de modo tal en los costos de la operación de la compañía se ha tornado insostenible la continuidad de la operación”.
Además agregó: “Debe tenerse especialmente en cuenta la incidencia que en la operación de los servicios internacionales han tenido, y aún tiene, el incremento del precio del dólar estadounidense que a su vez disminuyó de manera notable la afluencia de pasajeros hacia Uruguay”.
La flota estaba integrada por tres catamaranes, con capacidades de 287, 167 y 140 pasajeros, y una motonave con lugar para 118 pasajeros.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.