La riqueza del Mar de Ansenuza no se limita a sus playas o complejos de descanso, también se caracteriza por vivir experiencias que, por el lugar y el contexto, son únicas en el país. Disfrutar de la tranquilidad de los pequeños pueblos que conservan tradiciones de los inmigrantes que los forjaron hace un centenar de años, mezclada por un paisaje natural donde no influyó la mano del hombre, son vivencias que el turista que llega a la región no puede dejar pasar.
Caminatas, ciclismo, avistaje de aves, cabalgatas, reconocimiento de la flora y fauna característicos del Mar de Ansenuza conjugados en un paisaje distinto del mar cordobés, todo acompañado del buen arte culinario propio de la región, son algunas de las actividades recreativas para disfrutar en un marco natural donde la mano del hombre no influyó, pudiendo apreciar la naturaleza virgen que rodea al futuro Parque Nacional Ansenuza, esa es la oferta turística de La Paquita que está en pleno desarrollo.
Ubicada en el centro este del corredor Ansenuza, sobre la ruta provincial N°17, La Paquita está comenzando a impulsar su oferta turística. Visitar el lugar es encantador, desde la misma tranquilidad de una de las más pequeñas localidades de la región, con sus pintorescas calles en diagonal, hasta el mismo recorrido de pocos kilómetros que la separan de la costa del mar cordobés. Todo es llamativo.
Vía Ansenuza visitó esta población haciendo un reconocimiento por la zona de costa de la laguna que dista a pocos kilómetros del casco urbano. Dialogamos con el intendente Rubén Para, con quien compartimos la admiración por el paisaje que encontramos. Además, nos comentó sobre el desarrollo en materia de turismo que tiene la localidad, no solo en infraestructura, también apoyando emprendimientos privados que están en pleno proceso de conformación.
“Cuando empezó todo esto del Parque muy poca gente se llegaba hasta este lugar, se trabajó en los accesos y hoy mucha gente del pueblo conoce esta zona, al que comenzaron a llegar otros visitantes para descubrirlo, por la cantidad de flamencos que se pueden ver, la costa que se conserva natural, sin intervención del hombre, el atardecer con la puesta de sol en la laguna y muchos atractivos más”, explicó Para.
Admirar la inmensidad del Mar Cordobés
Un bello camino en muy buen estado de conservación que se disfruta en todo su recorrido, dirige al visitante hacia la costa del lago salado más grande de Sudamérica, allí se están desarrollando emprendimientos turísticos que en poco tiempo conformaran parte de la oferta local y regional. Pero antes de descubrir la costa del mar, el paisaje nos sorprende con una vista única, una loma sobre el terreno deja al descubierto la inmensidad del mar cordobés, causando sorpresa y admiración por la riqueza natural del lugar.
“Cuando uno viene transitando por el camino desde la parte mas alta uno tiene una imagen de la laguna que impacta, desde ningún otro sector se ve la laguna como aquí. Cada sector de este inmenso Mar de Ansenuza nos sorprende con lugares diferentes”, relato el intendente.
Un pueblo donde ya se habla de turismo
Pensar en turismo como región en una de las fortalezas que trae la creación del Parque Nacional por su extensión más grande de Argentina, pueblos que descubren el potencial que tienen y sus habitantes que se animan a incursionar en este sentido, generando proyectos que acompañan ese desarrollo. Para el funcionario debe ser un proceso consciente del cuidado del recurso natural.
“Ya tenemos gente que esta empezando a invertir en esto del turismo, estamos trabajando a full porque se viene el turismo a toda una región, hay que cumplir muchas normativas porque vamos a ser Parque Nacional, es un lugar que no ha sido visitado por nadie, donde hay animales autóctonos y donde tenemos que preservar su estado natural, en eso estamos trabajando principalmente, no apurarnos para que mañana se llene de turismo, sino preparar el lugar para eso”, sentenció Rubén Para, intendente de La Paquita.