La justicia autorizó a la cadena Cordiez a encargarse de las sucursales de Super Uno, a partir de un alquiler.
Los locales se encuentran en Jesús María y Colonia Caroya.
La nueva firma incorporará a sus puestos de trabajo a los 63 empleados destituidos.
Además, se les pagarán los sueldos que se les adeuda.
El conflicto comenzó en noviembre de 2018, cuando el supermercado cerró sus puertas y dejó a los empleados sin trabajo, sin aviso previo.
Desde ese momento los empleados realizaron guardias en las sucursales, reclamos, marchas, y audiencias.