Adolfo Enrique Franco es taxista y trabaja en Bariloche, Río Negro. Diariamente lleva y trae pasajeros en su auto. Pero a veces su oficio le trae sorpresas, como por ejemplo encontrar una billetera de alguna persona que en el apuro de bajarse del automóvil se la olvidó o se le cayó. Sin embargo, aquella persona que la perdió tuvo la suerte de encontrarse con alguien que recorrió la ciudad para devolvérsela.
“Se sube un señor a mi auto y se baja rápidamente porque yo estaba esperando que se subiera otra pasajera. La llevé al aeropuerto y cuando me estoy yendo, veo que hay una billetera entonces subo a dejársela, pero me dijo que no era de ella”, relató Adolfo en diálogo con Radio Seis.
En ese momento, el taxista empezó a recordar todos los viajes que había hecho ese día: al pasajero anterior lo dejó en su hotel, así que fue para allí, pero la billetera tampoco le pertenecía. La gran duda de Adolfo era “¿De quién es esto?”.
Acto seguido el barilochense recordó a un pasajero que se bajó rápidamente del automóvil. Como no tenía teléfono, le pidió al conserje del hotel si le permitía hacer una llamada, pero no pudo ubicar al pasajero. Sin embargo se acordó que el hombre le había dicho que iba a ir hasta Villa Hundid de Pioneros, así que subió a su auto, encendió el motor y emprendió viaje.
Finalmente, Adolfo llegó al hotel y se encontró afuera con el hombre que buscaba, quien era de Buenos Aires, así que pudo devolverle sus pertenencias. “La billetera tenía de todo, de hecho, a mi me habían parado para otro viaje pero no lo hice porque iba a devolverle las cosas al señor ya que me imaginé que estaba preocupado”, dijo. Además el hombre le ofreció una retribución pero el taxista se negó rotundamente.
La gobernadora de Río Negro, Arabela Carrearas, publicó la historia de Adolfo en sus redes sociales y le agradeció públicamente por su gesto: “Quiero felicitarlo públicamente. Gracias a su ejemplo de honestidad tenemos una provincia en la que cada vez más familias nos eligen y se sienten seguras”.
Adolfo sostuvo que esta no fue la primera vez que le sucedió un caso así. “Nos pasa que a veces uno no mira si algún pasajero se olvida algo y cuando sube otro se lo lleva. Ahí piensan que fuimos nosotros”, finalizó el taxista.