Luego del acuerdo entre Nación y la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, liberaron a una de las mujeres que estaba detenida desde octubre del 2022 por usurpaciones en Villa Mascardi. Había quedado presa tras el operativo de desalojo desarrollado en aquel entonces por la Policía Federal.
Se trató de Celeste Ardaiz Guenumil, quien recuperó su libertad el viernes 2 de junio pasadas las 16:00 horas. Ella estuvo involucrada en las tomas ilegales de terrenos tanto públicos como privados de la localidad rionegrina, junto a otros miembros más del grupo.
Desde febrero que la mujer estaba cumpliendo con prisión domiciliaria en Carmen de Patagones, ubicado en la provincia de Buenos Aires, donde vive su familia. También estaban detenidas otras personas más, como Betiana Colhuan, líder espiritual de la agrupación.
A Colhuan, junto a algunas más, se les permitió volver a Villa Mascardi luego de que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación reconocieran al sitio como un lugar “sagrado para el pueblo mapuche”.
Por su parte, la letrada Andrea Reile, quien representa a Ardaiz, aseguró: “La libertad se logra porque el 27 de abril presenté el pedido de excarcelación. Celeste ya había cumplido el mínimo de pena en expectativa. Es decir que, en el hipotético caso de que fuera condenada, ya estaba cumplido el mínimo de pena que establece el Código Penal. Es un delito excarcelable con una pena máxima de 3 años”.
Nación permitió el regreso de las comunidades mapuches a Villa Mascardi
Después de la tercera mesa de diálogo que se realizó el jueves 1 de junio en la ex Esma -la cual duró alrededor de 7 horas-, establecieron el regreso de la machi Betiana Colhuan, junto a otras mujeres mapuches más, tras considerar el sitio como un lugar “sagrado para el pueblo mapuche”.
El compromiso por este reconocimiento lo tomó Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación. En tanto, y a través de la página del organismo, detalló que la líder espiritual se instalará allí junto a su familia y colaboradores.
Se construirán tres edificios para que estas personas convivan, de los cuales el tercero se dedicará a que ella desarrolle sus tareas espirituales y medicinales. Este acuerdo se dio con “el propósito fundamental de esta medida es garantizar una convivencia pacífica entre la Machi en el REWE y los legítimos propietarios de la zona, que podrán habitar el lugar”.