En enero del 2019 el servicio de transporte urbano dejará de ser subsidiado por Nación y los intendentes de diferentes ciudades de Río Negro analizan aletrnativas para evitar que el boleto suba abruptamente.
Las reuniones comenzaron el pasado viernes pero no todos los fincionarios quedaron conformes y el miércoles comenzaron a negociar con las empresas concesionarias del servicio. El objetivo, según informa Diario Río Negro, es reducir costos y evitar un fuerte impacto en el bolsillo de los usuarios.
Pero los municipios no sólo analizan los posibles subsidios a nivel local y provincial que podrían recibir, sino también analizan la forma de hacer más eficiente el sistema de colectivos para disminuir costos.
El 1 de enero entra en vigencia el nuevo presupuesto, que elimina casi por completo los subsidios nacionales: a últmo momento incluyó una partida de 5.000 millones de pesos para el 2019. Ante este panorama desde Provincia se comprometieron a cubrir la mitad del subsidio con recurso propio 164 millones de pesos. Sólo Viedma prevé aportar fondos propios para evitar un drástica suma en el boleto.