Francesca Baruzzi es una deportista olímpica rionegrina, nacida en San Carlos de Bariloche. Ella es la representante femenina del Equipo Argentino de Esquí Olímpico. Representó al país en varias oportunidades, desde 2014, cuando comenzó a competir en torneos juveniles en la modalidad eslalon especial.
Desde esa año su carrera fue en ascenso, logrando participar, en el año 2016, de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Lillehammer, Noruega (uno de los centros deportivos de invierno más conocidos de Noruega). Allí fue la abanderada de la delegación argentina durante la ceremonia de apertura. También participó en numerosas competencias internacionales, como los Campeonatos Mundiales de Esquí Alpino de 2017, 2019, 2021 y en febrero, participó en los Juegos Olímpicos de invierno Pekín 2022, donde fue designada abanderada de la delegación argentina junto a Franco Dal Farra, deportista argentino que practica esquí de fondo.
Ella, al igual que Cristián Simari Birkner, coincide que hace falta el desarrollo de la actividad, desde una mirada profesional y de competición. “Siento que le falta mucha explotación, a la parte competición”, dijo Francesca y aunque reconoció que en los principales centros invernales del país, el deporte creció y hay gente practicando, no se hace desde un lugar de competición.
Desde su interior, la pasión por el esquí nació desde muy pequeña, cuando sus padres la llevaban a la montaña. En sus palabras, ella expresa que aprendió a esquiar, antes que a caminar, porque prácticamente fue así. Sus padres, que se desempeñaban como instructores, la llevaban a la montaña y esquiaban todo el día. Ellos ya notaban que, desde pequeña, había una habilidad en los deslizamientos con las tablas y que eso era algo que realmente disfrutaba.
Pasaron los años, los momentos en familia en la montaña, los entrenamientos, las competencias, los viajes y llegó el 2022, los Juegos Olímpicos de Pekín. “Ir a los Juegos Olímpicos fue un sueño cumplido, fue el objetivo en el que apunté todos mis esfuerzos durante muchísimos años. Entonces, llegar ahí fue como decir ‘tomá’”, dijo expresando un sentimiento de satisfacción. “Por ir, ya había ganado. Estar ahí ya me llenaba el corazón”, agregó.
En esta competencia, logró alcanzar el objetivo de estar dentro de los primeros 30 y entre 60 competidores, alcanzó el puesto 29. Si bien Francesca esperaba alcanzar el puesto 15, fue un muy buen resultado teniendo en cuenta que venía de una recuperación de una lesión en la rodilla. Este tipo de lesiones, deja a los atletas en rehabilitación por un lapso de casi un año. De todos modos, el espíritu competitivo y de superación, llevó a la rionegrina a cumplir el objetivo de desempeño. “De las dos lesiones que tuve, sentí que de las dos, volví más fuerte que antes. Sentí que me sirvió mucho para conocer mi cuerpo, para conocer mis límites también”, dijo.
Francesca Baruzzi es una de las mujeres argentinas que lleva la bandera del esfuerzo, la perseverancia, la competencia, la resiliencia, la pasión y el empuje deportivo. Es ejemplo a seguir por otras chicas que deseen ser parte del mundo deportivo de alto rendimiento y desde su lugar alienta a las mujeres a formar un “semillero” de esquiadoras que disfruten del deporte y que muestren al mundo que son capaces de hacerlo.
En las últimas semanas se estuvo ejercitado en Ushuaia junto al Catalán Joan Orriols, su entrenador. Juntos lograron alcanzar nuevos estándares y se preparan para nuevas competencias internacionales. De cara al futuro desea poder permanecer en Copa Europa dentro del Top 10 y dentro del Top 30 en la Copa del Mundo.