El cuerpo de un conscripto argentino, cuyo nombre aparece en la lápida de una tumba colectiva del cementerio de Darwin, fue identificado por medio de estudios genéticos en otra tumba cercana atribuida a un "Soldado Argentino solo conocido por Dios". El increíble hallazgo, que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación no ha comunicado aún en forma oficial, confirmaría las desprolijidades cometidas en ese camposanto en 2004 durante su remodelación.
"Hace tiempo que venimos denunciando las inconsistencias en las que incurrió la Comisión de Familiares de Caídos y este hallazgo, que podría no ser el único de su tipo, las viene a corroborar", señalaron ayer voceros del Centro de Ex Combatientes de Malvinas (CECIM), quienes pidieron mantener en reserva el nombre del conscripto identificado por el Comité Internacional de la Cruz Roja dado que su familia no lo sabe aún.
Las inconsistencias denunciadas por el CECIM involucran la tumba colectiva que se encuentra en la parcela C1 10. Si bien originalmente se habían enterrado en ella los cuerpos de cuatro tripulantes de un helicóptero derribado en Monte Kent que no habían podido identificarse, tras la remodelación del cementerio en 2004 aparecieron en su lápida los nombres de tres conscriptos de la Fuerza Aérea que murieron durante un ataque inglés a la Base Aérea Militar Cóndor, a más de 80 kilómetros de la ubicación anterior.
El hecho es que "el cuerpo de uno de esos tres conscriptos que supuestamente estaban enterrados ahí acaba de ser identificado por el equipo de forenses en otra tumba distinta. El hallazgo se produjo gracias a que la familia de ese soldado aportó muestras de ADN para cotejar con los cuerpos inhumados el año pasado de tumbas sin nombre, justamente porque siempre sospechó de la versión", explicaron ayer desde el CECIM.
Como se pudo averiguar, la familia del conscripto comenzó a sospechar que podía haber habido un error cuando al visitar el cementerio de Darwin en el año 2006, tras su remodelación, encontró de pronto su nombre en la lápida de una tumba colectiva donde antes no figuraba, lo cual le resultaba raro dado que en el medio no había habido ningún proceso de identificación.
El proceso de identificación, como muchos recordarán, recién comenzó el año pasado cuando la cancillería británica aceptó un pedido de su par argentina para exhumar 122 cuerpos enterrados en tumbas sin nombre en el cementerio de Darwin a fin de reintegrarles su identidad. Esta tarea, que se sigue desarrollando a partir de muestras de ADN obtenidas entonces, es la que ha permitido identificar tanto al conscripto en cuestión como a más de un centenar de soldados inhumados allí.
"En las próximas horas la secretaría de Derechos Humanos va a notificar a la familia del conscripto y es muy probable que no sea el único caso que surja del proceso de identificación -aseguraron desde el CECIM-. Muchos de los soldados cuyos familiares aportaron ADN y no están siendo encontrados podrían estar bajo otro nombres por culpa de la irresponsabilidad y los desmanejos cometidos por la Comisión de Familiares de Caídos durante la remodelación". Según publico diario El Día.