La primera parte de la obra, que demandará una inversión de 7,3 millones de pesos y dos meses de actividad, permitirá acceder al barco desde la costa y rodearlo para que "deje de sufrir el impacto directo de las olas sobre el casco", explicaronvoceros del gobierno de Tierra del Fuego.
Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa Neocom S.A., contratada por la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (Dposs) a través de una licitación pública.
La idea de esta primera etapa es proteger al Saint Christopher, especialmente del lado más expuesto al oleaje. Después continuará un refuerzo de la estructura interna y finalmente la reparación de la cubierta y el casco interno?, detalló el presidente de la Dposs, Guillermo Worman.
Por su parte la gobernadora fueguina, Rosana Bertone, recordó que un informe técnico de la Prefectura Naval Argentina había advertido el año pasado que la estructura de la emblemática embarcación estaba ?en estado crítico y al borde de un colapso estructural.
Bertone destacó que el remolcador constituye una de las principales postales turísticas de la ciudad, y que por ello, para su rescate, fueron convocados "especialistas navales y representantes del sector turístico y cultural".
De las reuniones surgió un plan de trabajo que incluye, como una de las tareas principales, el hormigonado de la parte inferior del casco para asegurar su apoyo en el lecho marino.
Además de los acondicionamientos estructurales, el barco será remodelado desde la proa hasta la popa, se revestirá una parte de la cubierta y se pintará e iluminará para que pueda lucirse en las imágenes captadas por los visitantes, detallaron las fuentes.
La recuperación del Saint Christopher no solamente se sustenta en la necesidad de preservar esta verdadera postal de la ciudad de Ushuaia desde el punto de vista turístico y cultural, sino también por ser considerado por los especialistas en materia naval como una embarcación de características únicas, agregó Worman.
El Saint Christopher es un remolcador que en la década de 1950 fue utilizado para reflotar otro buque, el Monte Cervantes, un crucero alemán que se hundió frente al faro Les Eclaireurs, próximo a Ushuaia.
El barco sufrió problemas en el motor y el timón, y como la compañía propietaria entró en quiebra, quedó abandonado en la orilla del Canal Beagle, en pleno centro de la capital fueguina, donde de a poco fue convirtiéndose en un elemento más del paisaje.
Construido en Boston, Estados Unidos, en 1943, los historiadores le adjudican al Saint Christopher participación en la Segunda Guerra Mundial, y existe también una versión, no confirmada, que lo señala como parte del desembarco en Normandía, en el llamado Día D.
Lejos de aquel escenario bélico, el antiguo remolcador descansa en la bahía del Fin del Mundo, cobijando distintas especies de aves que lo utilizan para anidar o como escala de sus viajes migratorios.