La cosecha de caña de azúcar en Tucumán está avanzando a buen ritmo, con un 70,3% de los lotes cañeros ya recolectados, según el informe actualizado de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) ¹ ². Esto es un resultado positivo, considerando las condiciones climáticas que han afectado la producción en años anteriores.
Las zonas del este y centro de la provincia son las que muestran una mayor actividad de recolección, mientras que los campos al oeste y norte aún conservan materia prima. Esto indica que la cosecha aún tiene un buen margen de crecimiento en esas áreas.
Según indicó el secretario de Producción, Eduardo Castro, “En el informe satelital se nota claramente que el avance se dio fundamentalmente en la zona este de la provincia, que es donde se marcó la mayor incidencia de heladas”
“Queda, aproximadamente, un 30% más para cosechar superficie, sobre todo en el lado este, donde igualmente se encuentra la mejor calidad de caña”, expresó Castro y destacó que “la estrategia dada para la cosecha en función de las condiciones climáticas, fue realmente buena”.
La EEAOC realiza monitoreos en los que también se revela una notoria disminución en la estimación de la caña a cosechar, por causa de las heladas y la quema.
“Por otra parte, también informa que ya se levantó el 69,9% de acuerdo a la cantidad de caña estimada para molienda de 17,5 millones. Es decir que queda el 30,1%. Con esta estimación, si no surge algún inconveniente, lluvia o algo que se puede presentar, como incendios en los cañaverales, la cosecha se daría hasta el mes de noviembre. Es decir, que a fines de octubre, principios de noviembre, estaría asegurada la zafra”, informó Castro.
“A pesar de los esfuerzos de los productores por evitar la propagación de incendios en sus campos, se han registrado 34.490 hectáreas quemadas hasta la fecha, una cifra significativamente superior a las 18.890 hectáreas del mismo periodo en 2023. La gravedad de las heladas y la desecación del follaje han aumentado el riesgo de incendios en la zona cañera. Sin embargo, este valor sigue siendo menor que el registrado en 2020, cuando se alcanzaron las 71.000 hectáreas afectadas por el fuego”.
El funcionario cerró subrayando que, a pesar del impacto que sobre los cultivos y la producción tuvo la quema de cañaverales, “dada la estrategia utilizada, no incidió en la manera que se pensaba que iba a incidir”.