El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó el acto en el cual tomó juramento a Miguel Gómez como nuevo director general de Institutos Penales, área dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio de Seguridad. La llegada de Gómez se concretó tras la renuncia conocida este mediodía del anterior director, Luis Pereyra.
“Quiero agradecerle al doctor Miguel Gómez por asumir este nuevo desafío, destaco su valor. La trayectoria que tiene demuestra la clase de profesional y el ser humano que es. Es una tarea muy importante la que tenemos que llevar adelante. Estamos tomando la seguridad como una verdadera política de Estado, con resultados concretos”, expresó Jaldo en su discurso. “En el tema penitenciario y carcelario sabemos que tenemos un déficit edilicio y de cuestiones operativas que tenemos que mejorar. Pero tomamos medidas y estamos haciendo inversiones. Después de 100 años estamos haciendo la cárcel de Benjamín Paz, con capacidad de albergar a 1200 personas que incumplan con la ley. Hay problemas, pero estamos trabajando en las soluciones”, agregó el gobernador.
En el acto estuvieron presentes el vicepresidente de la Legislatura, Regino Amado; el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa; la secretaria general de la Gobernación, Silvia Pérez; la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse; el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós; el fiscal de Estado, Federico Nazur; el jefe de Policía, Julio Fernández; el subjefe Sergio Sobrecasa; el secretario de Seguridad, Luis Ibañez, y el subsecretario Rolando Gómez; y el intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros.
En tanto que Gómez expresó: “Hoy cuando fui convocado por el Superior Gobierno de la Provincia lógicamente sentí una gran responsabilidad por la propuesta. Conozco donde voy y sé lo que hay que hacer. Procuro integrarme a ese gran equipo que tiene el servicio penitenciario. Acepté la responsabilidad porque soy un hombre que está vinculado a la seguridad hace mucho tiempo. Analizar la problemática carcelaria implica mucho para la seguridad de la provincia. El servicio penitenciario cumple un rol preponderante, y el objetivo principal es que las personas que están allí puedan ser resocializadas”.
