"En estos momentos, está en crisis el teatro, porque con esta pandemia, hay tanta gente que vive del teatro. Nosotros, hemos sido un grupo grande que veníamos de otras profesiones y que teníamos las otras profesiones para vivir y el teatro era la pasión, el hobby. No dependíamos del sueldo del teatro. Pero, además, cuando hemos estado contratados, eran dos mangos. En estos momentos es diferente". Esto es parte de la reflexión del director de teatro Ricardo Salim, que hace una revisión de su vida y, además, destaca como influyeron en la actividad los actores y directores de radioteatro. Esto es lo mas destacado de la conversación con Salim:
- ¿Cómo se inicia su actividad?
- Yo era chico tenía 18 y 19 años y me tocó actuar con los grandes del radioteatro, que eran convocados en este teatro en forma incipiente. Estaba Mario Vanadía, Paco de la Guerra, Armando de Oliva, Orlando Galante, Cacho Juárez que era Orlando Galante, el recitador. Estaba Silvia Quintana, Fanny Dupre, los grandes del radioteatro y a mí me tocó actuar con todos ellos. Me acuerdo cuando hicimos Romeo y Julieta, en el año 1967, ahí actuó Mario Vanadía y hacia el padre de Romeo y yo era el Príncipe de Verona. Éramos compañeros de trabajo. Con Paco de la Guerra he actuado varias veces más. Eran todos grandes actores, actores de años que te enseñaban el oficio.
- ¿Ellos eran autodidactas o de escuelas?
- Mario Vanadía era una persona con una carrera a nivel nacional. Actor en alguna de las primeras producciones de cine que se hizo en Tucumán, era "Mansedumbre". Ahí había actuado con Beatriz Bonnet. El había sido medio novio o festejante de Tita Merello. Era de una pinta bárbara. El después en Tucumán se casó con Naty, que fue actriz, que falleció este año. Resulta que él murió muy joven, porque murió en el año 80 y tenía 55 años. Todos estos grandes actores del radioteatros, además, tenía tus mañas, sus cábalas. Estaba el famoso "Ruso" Levin, gran actor. Estaba Alfredo Fénix, que había venido de Buenos Aires, de estudiar en la Escuela Artes Dramáticas. Con él hemos actuado muchos años. Toda esta gente ya se fue retirando y han venido camadas nuevas. El teatro actualmente cambió mucho, porque se abrió la escuela de teatro en la universidad (Universidad Nacional de Tucumán) y han salido camadas de actores preparados de otra manera. Tienen mucha técnica corporal. Hay mucha gente que hace teatro y, además, teníamos la estigma de qué hacer teatro era la mala vida. Nosotros nos tocó que entramos un grupo de gente Universitaria, entró Nora Castaldo, Alicia López Vera(que falleció el martes pasado), Cátulo Guerra, que está en los Ángeles ahora, qué vino a sumarse a esta gente del radioteatro. Ahora apareció esta otra camada, que son licenciados en teatro, ya sea en juegos escénicos o . salen licenciados como actor. Gente que está especializada en comedias musicales. O sea, que ha salido una población enorme que hace teatro y que trabaja de distintas maneras. Tienen otra técnica, han aprendido por otros caminos. A mí cuando me toca dirigir, hay cosas qué tengo que marcar que no conocen y otra que son muy buenos.
- ¿El actor nace o se hace?
- Yo nunca había soñado hacer teatro y, además, tampoco terminar dirigiendo teatro. Se han ido dando las cosas. Hay una cierta pasión. Si vos tenés una pasión por realizar, creo que te podés ir formando y uno se puede formar perfectamente. Hay gente que apareció con mucho talento inicial y que son vagos y ahí quedan. En cambio hay gente que tiene mucha pasión y esa pasión se ve a lo largo de la trayectoria. Yo creo que hay de todo. Hay actores que son muy milimétricos. Hay algunos actores que yo le marcó algunas maneras de decir y ellos lo copian igual, igual a mí, no me gusta eso. En cambio, hay otros que son más lentos. Yo por ejemplo, soy un actor lento. Cómo renegaban los directores conmigo cuando me daban el papel yo hasta que no veía la totalidad de la cosa, no daba nada. No te daba un tono . O sea que hay distintas maneras.
- ¿Y hoy cómo está el teatro?
- Hay mucha gente que tiene sus salas independientes, que al no tener público la gente no va. Además la llegada del público ha cambiado mucho. Yo me acuerdo, cuando cerraron los militares el Teatro Universitario, nosotros teníamos un público cautivo por obra, de 3000 espectadores. O sea, nosotros sabíamos que en cada obra debían haber 3 mil personas, más o menos, en un mes de función. Cuatro fines de semana. Hoy en día eso ha bajado muchísimo. Ahora, por ejemplo, la sala te alquilan para hacer una obra, un día a la semana. Hay elencos que dan los jueves o los sábados. Entonces no podes calentar a la obra o no podes calentar a los actores.