La pulseada de Mauricio Macri y Juan Manzur no solo es por 30 mil votos y por una banca más de diputado nacional. Es una confrontación que tiene su historia: comienza cuando los dos inician sus caminos para gobernar. Uno la Nación y el otro la provincia. Nunca hubo buena relación.
En el mismo acto en la plaza Independencia, el lunes pasado, el presidente dijo que en esta provincia hay que cuidar el voto e instó, a los fiscales de mesa que, al finalizar los comicios, deben tomar fotos con sus celulares de cada una de las planillas. Manzur le contestó cargando sus críticas con la economía nacional: “Macri nos deja un país muy triste, con pobreza, con hambre, con desocupación”.
El mandatario nacional por otra parte señaló que el gobernador tiene doble discurso: Cuando está con él lo elogia y después en público lo critica. La respuesta no se hizo esperar: “Cuatro años lo aguantamos. Tuve que aguantar muchas cosas, pero las aguanté calladito. Por ustedes… yo decía: ya va a llegar el momento... Pero hoy les quiero decir que la prudencia, la serenidad y la paciencia no es debilidad, este gobernador no le tiene miedo a nada ni a nadie”.
Esta semana se observó una pelea que supera a lo provincial. No es para menos, el presidente de la Nación vino, en menos de 15 días, dos veces a la provincia y también estuvo otro de los notables del PRO, como es Marcos Peña. Manzur, no es candidato en estas elecciones, pero es uno de los hombres de confianza del candidato a presidente del peronismo, Alberto Fernández. Además, sus movimientos, sus actos en esta provincia, con las principales figuras nacionales del empresariado, CGT y la política, no son indiferentes en el contexto político nacional.
Los números o lo que se disputan en esta provincia están sintetizados de la siguiente manera: En las PASO, el Frente de Todos, en la categoría diputados, obtuvo 501.873 votos y tiene hasta el momento 4 escaños. Juntos por el Cambio conquisto 226.927 votos y sólo está ingresando como diputado el ex intendente, Domingo Amaya. Hay una diferencia de 30.000 sufragios con los que puede afirmarse como diputada en cuarto termino, la legisladora peronista Graciela Gutiérrez, pero si el macrismo remontan esos guarismo puede ingresar la secretaria de la Universidad Nacional de Tucumán, la radical Lidia Ascárate.
Macri con su acto en la esquina de 24 de septiembre y Congreso inyectó alegría a sus seguidores, en su mayoría radicales y antiperonistas en la provincia. Volvieron a entusiasmarse con el "si se puede" y "¡Se da vuelta! ¡Y esto se da vuelta! ¡Mauricio la da vuelta!". Algunos dirigentes movilizaron con el estilo peronista, trasladando a militantes en colectivos, pero en su mayoría fue una participación espontánea. El diputado nacional José Cano fue el jefe de la organización de esta marcha.
En tanto Manzur, junto al vicegobernador Osvaldo Jaldo decidieron realizar varios actos y pusieron en marcha la maquinaria del peronismo en sus distintas secciones. Comenzaron por la Oeste, con un acto multitudinario en Aguilares, y siguieron con una concentración de todo el Este, en Alderete.
No hay margen para nada. Faltan 14 días para el 27 de octubre. Y la provincia entró en una semana donde se multiplicarán los actos. Juntos por el Cambio con la visita de figuras nacionales, mientras que el peronismo trabaja sobre el territorio que le es conocido y que ya lo ayudó en muchas batallas.