Este viernes se dio a conocer a través de un comunicado en la red social Facebook, que la Granja Educativa Casita del Hornero, sufrió el robo de una de sus vacas.
La Granja Educativa Casita del Hornero es un emprendimiento familiar dedicado a la producción primaria, desde el año 2018 abrió sus tranqueras para recibir al público en general y las instituciones educativas con el objetivo de mostrar las diferentes actividades de granja y la posibilidad de un contacto directo con los animales. A su vez, las personas pueden comprar los productos directamente en su lugar de origen.
La granja ofrece un lugar donde poder estar en contacto directo con la naturaleza, conocer las tareas que se realizan, interactuar con animales de granja, la huerta agroecológica, producción de frutales, etc.
Además de este robo, se dio a conocer que, desde hace ya un largo tiempo vecinos de la zona, han solicitado la colocación de un reductor de velocidad en las inmediaciones de la granja, ya que, los automóviles que pasan a alta velocidad terminan atropellando a los animales, pero hasta ahora el pedido no ha sido oído por las autoridades municipales.
En una sentida publicación, responsables de la Granja hicieron su descargo y expresaron todo su malestar por lo sucedido.
A continuación la publicación completa:
Desde la granja siempre tratamos de publicar cosas divertidas o que ayuden o enseñen. Tratamos de ser un lugar donde la gente encuentre, tanto personalmente como virtual un lugar donde pasarla bien; pero hoy estamos tristes, enojados, dolidos, estafados.
Anoche nos robaron a Filomena. Para vos qué te la llevaste habrá sido una vaca joven, gorda, excelente negocio; pero para nosotros y los muchos chicos y familias que nos visitan vos te llevaste a Filomena, una vaquillona divertida, que vivía con su mamá y esperaba las visitas para recibir semillitas de los chicos.
¡Es increíble! Cuando uno habla, muchas trata de entender al que roba, pensando ¿Será que necesitaba darle de comer a sus hijos? Pero no, porque nosotros tenemos una granja y producimos alimentos y nunca nadie vino a decirme: “Che... Me das una mano mis hijos no tienen que comer”...NUNCA.
Se llevaron la vaca para venderla y hacerla plata. Por eso puse que me siento estafada, traicionada.
Loco, le robaste a uno que la está luchando como vos. ¡Tengo 3 vacas y me robas una! Estuve un año y medio manteniendo animales sin poder abrir la granja, tratando de sobrevivir, laburando como se podía; pero no cagando a uno que la está pasando igual o peor que yo.
Estas son las cosas que a uno le sacan las ganas de seguir emprendiendo, de ponerle pilas. Uno acumula broncas: esta basura inmunda que le roba a un laburante y los vecinos que fumigan, te das cuenta que todo el esfuerzo que metiste en tu huerta agroecológica termina con unas espinacas dobladas y amarillas, y que te queman unos frutales que hace años venís cuidando.
Por otro lado no lograr concientizar a los que pasan en sus autos/camionetas a la EATA que pasen a una velocidad normal y no como si fuera una autopista donde dejan el tendal de gallinas, patos, gansos, gatos, perros. Varios vecinos pedimos un reductor de velocidad, pero no, parece que quieren arreglarlo con un cartel apelando a la conciencia de la gente. ¿Qué mentalidad si acá nadie piensa en nadie más que en sí mismo?
La verdad que en este momento todo es bronca, tristeza, lágrimas e impotencia.
Uno se pregunta si vale la pena seguir esforzándose, porque, justamente, vivimos de recibir sobretodo a chicos y contarles lo importante de trabajar, de esforzarse, de producir, de cuidar a los animales.
Hoy me preguntó ¿Para que? Cómo mirar a los amiguitos de la granja que vienen a visitar a Filomena y contarles que se la robaron, que la espinaca que les mostramos como sembrarla me la quemaron, que al pato Juan lo atropello una camioneta que pasó a la escuela a más de 100 km/h.
¿Qué le explico, de todo eso, a los chicos sin transmitirle mis ganas de cerrar todo?