En el tramo final de su mandato como concejal de Tres Arroyos, Daiana De Grazia realizó un balance de su gestión en el Concejo Deliberante, comparó el funcionamiento institucional durante los distintos gobiernos y expresó fuertes críticas hacia la actual administración. A pesar de los cuestionamientos, sostuvo que se retira “tranquila” y con la convicción de haber hecho todo lo posible desde su lugar.
“Hay sentimientos encontrados, pero creo que el balance es positivo y es un buen momento para terminar con mi gestión en este momento”, expresó De Grazia. Y agregó: “Me he comido muchos sapos, muchas situaciones, pero en el balance me retiro como entré: pudiendo mirar a mis hijos a la cara, sabiendo que hice lo mejor que pude, con errores, por supuesto, pero durmiendo tranquila”.
Al comparar los períodos de gobierno con los que le tocó convivir durante su paso por el cuerpo legislativo, fue contundente: “En comparación de los primeros seis años con el gobierno del Movimiento Vecinal y estos dos últimos años del gobierno del peronismo, realmente estos dos últimos años fueron un padecimiento, en todos los aspectos: institucional, formas, procedimientos, falta de estudio de las ordenanzas, informalidad y falta de diálogo”.
En ese sentido, remarcó: “Siempre traían las cosas a último momento y presionaban para que salieran ‘a los ponchazos’, como digo yo. Para mí como abogada, primero está la ley y los procedimientos, y respecto a eso vi una gran falencia y una gran ausencia de querer seguir con la institucionalidad”.
También hizo referencia a la falta de difusión de las sesiones del Concejo Deliberante y puso en duda que la medida responda únicamente a una reducción de costos. “Supuestamente es por una reducción de gastos, pero la verdad es que me parece que hay una intención de que no se pasen las sesiones, de que la gente no escuche lo que se está reclamando”, sostuvo.
En ese sentido, advirtió que “la oposición queda únicamente con sus redes sociales, con una forma de llegar a la población que es muy escueta comparada con el presupuesto que tiene el intendente y el oficialismo para comunicar lo que hacen, y la voz de la oposición queda acallada”.
Además, remarcó que existen otros gastos que podrían reducirse mediante herramientas electrónicas que no se utilizan y consideró que “lo que se buscó, sobre todo en años electorales, fue que la voz de la oposición no se escuchara”.
En materia de transparencia, De Grazia sostuvo que la situación empeoró en los últimos años: “Creo que decayó mucho la transparencia. Desde el primer año de la gestión de Garate ni siquiera nos dieron los números de la Fiesta del Trigo. Hay decretos que no están publicados, otros que se publican y se anulan, ordenanzas que no aparecen y que no están publicadas. Creo que es una decisión del intendente y del gobierno actual no ser transparente. El gobierno anterior (Movimiento Vecinal) no era muy transparente, pero dentro de todo, en comparación, veo una gran decadencia en este momento”.
Sobre el trabajo en comisiones, denunció falta de avances: “Hay comisiones con más de 20 o 40 expedientes que no se han resuelto, no se han trabajado. Es una decisión de los presidentes de comisión, casi todos del peronismo. Hay una bajada de línea de no avanzar con temas que no le interesan al intendente”.
Entre los proyectos que impulsó durante su gestión, destacó iniciativas vinculadas a la seguridad rural, la transparencia institucional, la situación de los adultos mayores y el medio ambiente. “Presenté el proyecto para la seguridad en campos y quintas; proyectos de transparencia, de control en geriátricos con cámaras de seguridad (este último según de Grazia, aprobado, pero no llevado adelante) el Consejo Consultivo Ambiental para tratar temas puntuales, por ejemplo, como el agua, que es una problemática real en la ciudad”, enumeró.
Se refirió también al proyecto autoproducción: “era un proyecto de integración para las familias de escasos recursos puedan emprender, hacer sus emprendimientos, aprender a cocinar con cuestiones nutricionales que les sirven a a a toda la familia en general”.
También recordó el proyecto de integridad municipal: “Tenía que ver con ficha limpia, con la publicación de lo que ganan el intendente, concejales y funcionarios, con el no al nepotismo, de no poder poner familiares adentro del gobierno. El peronismo no lo quiso aprobar”.
“Trabajé mucho con las Salitas de Salud. Hoy me comentaban que los propios empleados de las salitas están haciendo ‘vaquitas’ para comprar productos de limpieza. Siempre trabajé respondiendo con propuestas ante las problemáticas que iban surgiendo desde la sociedad.”
De Grazia afirmó que su accionar en el Concejo Deliberante se guía tanto por los valores del partido que la llevó a ocupar su banca, la UCR —al que dijo estar “eternamente agradecida”— como por sus convicciones personales. Reconoció que tiene “una personalidad fuerte”, pero sostuvo que, según los temas que se traten, hay momentos en los que “hay que dejar de pensar con la cabeza y pensar un poco con las entrañas”, algo que, según expresó, le sucede al momento de votar determinadas cuestiones.
“Hay veces que no puedo aprobar cosas porque me pasan por las entrañas. Es algo muy visceral”, señaló, y consideró que esa mirada debería estar presente en todos los funcionarios, al recordar que “tenemos atrás a 70 mil personas”.
Respecto al futuro del Concejo, manifestó su deseo de que se recupere el diálogo y el trabajo conjunto: “Deseo que los concejales que entren logren volver a tener más institucionalidad y cumplimiento de normativas. Yo trabajé con concejales del peronismo y del vecinalismo, nos sentábamos a discutir ordenanzas y a buscar consensos. Eso hoy no se da”.
Aunque deja su banca, aclaró que no se alejará de la política: “Voy a seguir en el ámbito privado, pero nunca me voy a alejar de la política. Cuando hay algo que te moviliza desde las entrañas, es muy difícil mirar para otro lado. Ahora es tiempo de renovar, el Concejo y renovar las energías, dejar que otra gente muestre su potencial. Tal vez en unos años vuelva a ocupar un lugar, no lo sé”.
Finalmente, cerró con un balance personal: “Me voy tranquila, sabiendo que hice todo lo que pude. Hubo cosas que no logré y otras que podría haber hecho mejor, pero me voy igual que entré: pudiendo mirar a mis hijos a la cara”.
