Pese al hermetismo que se mantiene alrededor de la muerte de Thiago, el menor de 3 años que murió calcinado en su casa y que había quedado solo en la vivienda porque sus padres viajaron a Bolivia, empiezan a conocerse algunos mínimos detalles de cómo fueron las horas previas a que el niño sea dejado.
Hay tres aprehendidos por el deceso del menor: los padres Miriam Sosa y José Silo, más la abuela Hermenegilda Espinoza. La única que dio su versión de los hechos fue Sosa, que dijo que antes de irse le hizo una promesa a su hijo. "Cuando vuelva te voy a traer un pantalón", le dijo.
Esa fueron las últimas palabras que cruzaron con el menor. También se pudo averiguar que la progenitora dijo que Silo estaba al tanto que Thiago quedaba solo y que su madre debía ir a cuidarlo. "Despreocupate, yo ya me cruzo", le habría dicho Espinoza, siempre en la versión de Sosa.
El juez de Control y Garantías, Diego Vittar es probable que entre este viernes y la semana que viene defina a qué planteo dará lugar, si a la defensa que sostiene que hay falta de méritos o si a lo expuesto por la fiscalía que asegura pide que de aprehendidos pasen a calidad de detenidos por "abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo". Por ahora los tres continuarán privados de su libertad, indicó El Liberal.
