Una aventura extraordinaria: viajó desde Estados Unidos en auto junto a sus tres perros

Se trata de Oscar Dúo, un argentino que manejó cuatro meses desde Norteamérica hasta Santa Rosa para ver a sus hijos.

Una aventura extraordinaria: viajó desde Estados Unidos en auto junto a sus tres perros
Viajó desde Estados Unidos en auto y con sus perros hasta La Pampa.

Cuatro meses a bordo de un auto, donde pudo recorrer rincones de ciudades del mundo para llegar a la Argentina. Oscar Dúo, es el hombre aventurero que decidió viajar en auto desde Estados Unidos hasta Santa Rosa junto con sus tres perros para ver a sus hijos. El motivo por el cual decidió emprender este largo trayecto por tierra y no en avión, es porque en México no le permitían subir a sus mascotas.

“¿Cómo los iba a dejar si estuvieron en mi peor momento?”, expresó Oscar refiriéndose a sus preciadas mascotas. Sin embargo, tenía un plan en mente: no dudó en pedirle el auto a su hija, que vive en Miami, y emprender el viaje que duró cuatro meses, pero según él parecieron años porque en el trayecto pasó extraordinarias vivencias que se asimilan a una trama de una película de acción.

Oscar Dúo, viajó en auto desde Estados Unidos hasta Santa Rosa porque en México no le permitían subir a sus tres perros.
Oscar Dúo, viajó en auto desde Estados Unidos hasta Santa Rosa porque en México no le permitían subir a sus tres perros.

La primera parada en Argentina fue en La Pampa, en el diario La Arena, allí mostró su Mercedes Benz convertible, color negro, “Indestructible”, lo llama él. También presentó a sus tres perros: Periquita y los dos cachorros. Dúo es porteño, pero La Pampa lo cautivó hace muchos años cuando con un amigo visitaron la provincia. Aseguró que cuenta con un campo en “El Durazno”, y allí se aloja. “Vivo en los mejores lugares de California, pero a mí no me sacás de la zona de Carro Quemado”, luego agregó: “Me gustan los ciervos, los jabalíes. Nosotros tenemos un campo donde le damos de comer a los animales, no los matamos”.

Cómo fue el viaje de La Pampa a EE.UU.

En La Pampa comienza su historia de amor con la mamá de sus hijos, pero según él, también vivió “años oscuros” porque en su juventud estuvo preso en Toay, “por guerrillero dijeron, yo les dije que era tasador en el sector inmobiliario”. En ese momento, decidió emigrar a Chile, lugar donde también fue encarcelado durante “la época de Pinochet por diez días”.

Agradecido, Oscar expresó: “Decidimos irnos a Estados Unidos porque teníamos posibilidades de estar allá y a mí me dieron la nacionalidad. Me dieron todo cuando yo no pedí nada”. También dijo que “Estados Unidos se portó muy bien, pero soy argentino”. Su hijo Facundo nació en Argentina, mientras que sus otros dos, Antuán y Dominik en Norteamérica.

Tuvo la fortuna de nunca dejar de volver a su país natal, especialmente a Toay, donde encontró a Periquita hace dos años, es su primera perra y afirma que “hace magia” porque luego de que Oscar la adopte se curó de una enfermedad grave. “La recogí abandonada y me la llevé”, expresó. Periquita tuvo dos cachorros, sus nuevos compañeros. El aventurero recordó que con sus perros recorrieron EE.UU. en su motorhome de 32 metros de largo: “Era un hotel de cinco estrellas”.

El viaje de Oscar estaba planificado para febrero, pero por cuestiones burocráticas no podía embarcar a sus mascotas en México: “Como no podía mandar los perros, me vine manejando por tierra sin saber con lo que me iba a encontrar”. Agregó: “Me metí en cada lío [...] es como el Rally Dakar, pero multiplícalo por 100, solos y sin auxilio”. Es complicado resumir las vivencias, pero Dúo aseguró que “cuando tenga la mente clara, voy a escribir un libro”.

Oscar Dúo junto a su Mercedez Benz que lo acompañó en su viaje.
Oscar Dúo junto a su Mercedez Benz que lo acompañó en su viaje.

Aventura extraordinaria

Pasó por México, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, hasta el tapón de Darién, que se encuentra entre Panamá y Colombia. Allí, afirma que fue uno de los lugares más preocupantes porque el viaje fue “en barco porque no hay ruta”, y “se le rompió el motor y quedamos 20 días varados”.

Además, tuvo que dormir sobre los cocos porque no le dieron un camarote, y comentó algo que parece imposible, pero es real: “Me hice amigos de los chicos de la isla que no conocen los perros, los nenes crecen sin conocer a los perros”.

“Tuve que pagar cuatro mil dólares para que me cruzaran los perros, otro tanto para que un barco me llevara el coche y resulta que cuando pago a esta gente me doy cuenta de que eran contrabandistas, narcotraficantes; yo iba en esa lancha con los perritos y no sabía nada. Cuando llegamos a Colombia, uno de ellos me dijo que me vaya porque me iban a secuestrar para pedir plata, me escapé y llegué a Barranquilla”, exclamó.

Luego de este susto, todo iba bien hasta que “después no me dejaban pasar de Bolivia para Argentina porque no tenía seguro internacional”. Luego desde el Consulado se lo lograron solucionar, pero estuvo más de un mes en el país vecino.

Por último, contó que su hijo Dominik le dijo: “¿Para qué te vas a llevar ese auto viejo?”, después de que él le pidiera su Mercedes Benz para comenzar la travesía por Latinoamérica. Destacó que el auto, luego de pasar todo el continente con las variadas condiciones climáticas, nunca lo abandonó.