Este miércoles, personal de enfermería y de administración realizó una protesta con aplaudidas y una asamblea en el Hospital Lucio Molas reclamando aumentos salariales en los adicionales que cobran por hacer guardias y porque les suspendieron las vacaciones de invierno. La demanda fue apoyada y acompañada por los gremios Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y por el Sindicato de Trabajadores de Salud de La Pampa (SiTraSap).
El pasado 7 de junio el subsecretario de Salud, Gustavo Vera, había comunicado por nota a todo el personal de Salud que se suspendían las vacaciones de invierno, tal como ocurrió el año pasado. En respuesta, ATE elevó al ministro de Salud de la provincia, Mario Kohan, un pedido de Licencia Vacacional y Licencia Profiláctica para el personal de salud, cualquiera sea su relación laboral, planta, contratos temporarios o monotributistas, teniendo en cuenta que no han tenido descanso desde el inicio de la pandemia.
“¿Cuánto más les van a exigir? No se puede seguir de esta manera, están al límite”, dice la nota. “Entendemos la situación que atraviesa la provincia por la pandemia, pero es imperioso priorizar a quienes sostienen el sistema de salud”, afirmaron, recordando que “a pesar de todas las adversidades que se han presentado, el agotamiento, el estrés y la angustia, jamás dejaron de ponerse a disposición”, expresa la misiva reclamando una respuesta inmediata.
Por otro lado, el enfermero Sergio Escudero explicó que “una guardia de seis horas de un enfermero que no es licenciado, cobra 1.600 pesos extra, por fuera de las horas que además cubrimos como guardia de servicio, es el aporte que hacemos los enfermeros para sostener el sistema de salud que se cae a pedazos y que sostienen los trabajadores, no lo sostiene la patronal”.
“En mi caso, yo hago guardia en el CEAR y por seis horas extras, cobro 1.646,75 pesos, a un promedio de 260 la hora cuando, si lo comparás con una empleada doméstica y sin desmerecer su trabajo, cobra entre 400 y 500 pesos”, dijo. “Creemos que deberíamos cobrar por lo menos el doble de lo que nos pagan ahora. Nuestro trabajo está bastardeado, ninguneado y sometido a un gran estrés. No muchos enfermeros y enfermeras vamos a salir bien psicológicamente de esta situación”, subrayó.
“Para los aplausos y las fotos de pan y circo están, pero después para el señor gobernador o el director del Hospital no existimos. Los enfermeros no existen para el sistema de salud, pero sí nos exigen, nos agregan más camas de terapia, nos someten a jornadas laborales donde salimos con terribles dolores de cabeza y peor aún, nos llevamos estas angustias a nuestros hogares. Nosotros somos seres humanos, no somos máquinas”, afirmó Escudero.
Además, la enfermera Susana Pedernera, que agradeció la colaboración de estudiantes de enfermería, dijo que “ahora hay pibes y pibas con seis materias aprobadas que están trabajando, colaborando y haciendo un trabajo impresionante. También, si no fuera por ellos el sistema se hubiese caído. Nosotros nos metemos ahí adentro (en las terapias), nos cubrimos de arriba a abajo, estamos horas con los pacientes y esa es nuestra realidad. Que muchos vamos a terminar volcando la catanga, es así. Estamos acostumbrados a acompañar al paciente y sacarlo, que vaya a su casa, no meterlo adentro de un cajón”, reclamó.
Por último, Pedernera admitió que “el sistema de salud nos ha acompañado en muchas cosas, es cierto, pero es hora de tomar decisiones importantes y efectivas. Metemos una gran cantidad de horas junto a los administrativos y no cobramos lo suficiente. Si bien los médicos, que también están angustiados cuando comunican la muerte de un paciente a un familiar, cobran sueldos muchos más abultados, nosotros necesitamos mostrar estas diferencias”, concluyó la enfermera.