Caso Lucio Dupuy: la tía confesó que entregó al nene por las amenazas de la mamá

En el juicio en contra la jueza y la asesora que otorgaron la tenencia de Lucio a su progenitora, declararon familiares del nene y funcionarias.

Caso Lucio Dupuy: la tía confesó que entregó al nene por las amenazas de la mamá
En el juicio en contra de la jueza y asesora que otorgaron la tenencia de Lucio a su mamá, declararon familiares y funcionarias.

Dentro del marco del jury de enjuiciamiento contra la jueza de Familia, Niños, Niñas y Adolescente de General Pico, Ana Clara Pérez Ballester, y la asesora de Niños, Niñas y Adolescentes, Elisa Alejandra Catán, declaró la tía paterna, que se encontraba bajo el cuidado de Lucio Dupuy, el padre del pequeño y el abuelo. Por otra parte, a favor de la jueza y la asesora habló la secretaria del Juzgado de Familia, Niños, Niñas y Adolescentes Nº1, la defensora civil de General Pico, la abogada de Espósito Valenti, entre otros.

A ambas letradas se las acusa por “mal desempeño en sus funciones” y se las imputa por intervenir el expediente en el cual se le otorgó la tenencia de Lucio a su mamá, Magdalena Espósito Valenti, y a su pareja, Abigail Páez.

La declaración de los testigos: habló la tía

La primera en declarar fue Leticia Noemí Hidalgo, la tía política de Lucio y quien tenía su tutela en un principio junto a su marido, Maximiliano Dupuy:Todo fue normal hasta que la mamá pidió tener otra vez a Lucio. Ahí me empezó a amenazar, me decía que me iba a pasar de todo. Lucio no era un nene que pidiera irse con su mamá. Yo le dije que no se lo iba a devolver. Mi marido también le dijo que no, entonces ella fue a denunciarnos y la Policía nos sacó al nene”, según accedió Maracodigital.net.

Este martes se inició el jury de enjuiciamiento a la jueza y la asesora que otorgaron la tenencia de Lucio a su progenitora.
Este martes se inició el jury de enjuiciamiento a la jueza y la asesora que otorgaron la tenencia de Lucio a su progenitora.

Hidalgo aseguró que la defensora oficial que había tramitado la tutela, Fernanda Coronel, le había recomendado que no le entregara a Lucio, mientras que el acuerdo de la tutela lo realizaron con la abogada Adriana Mascaró: “¿Por qué cambiamos de defensora? Creímos que era una opción mejor”, indicó.

“Mascaró nos dijo que era su mamá. No tuvimos opciones. No teníamos a quién preguntar, qué hacer, no teníamos ayuda… Lo entregamos por cansancio”, agregó, y cuando le consultaron porqué el menor no fue a vivir con el papá, respondió: “Eso preguntáselo a Christian”, y confesó que él no reclamó por su hijo. “Teníamos que ir a buscarlo (a Santa Rosa), pero no nos dejaban pasar”, continuó Hidalgo. Cuando le consultaron si sospechaba que la mamá agredía a Lucio, ella respondió: “No. No sé, no”.

Qué dijo el papá de Lucio Dupuy

Tras la declaración de Hidalgo, continuó Christian Dupuy, el papá de Lucio, quien afirmó: “Estuve de acuerdo con que Lucio estuviera con mi hermano y mi cuñada. Por lo que me contaban mi papá, mi hermano y mi cuñada, ella (Magdalena Espósito Valenti) siempre los amenazaba”.

El papá de Lucio declarando en el jury de enjuiciamiento.
El papá de Lucio declarando en el jury de enjuiciamiento.

Y continuó diciendo: “Yo tengo mucho remordimiento, mucha culpa de poder haber hecho algo más; pero nunca me imaginé...”. Asimismo, índico que “jamás” lo llamaron “de ningún lado en ninguno de los dos expedientes”.

Por otro lado, comentó que contrató a la abogada Yamil Isoardi cuando Espósito Valenti tenía el cuidado de Lucio “para establecer un régimen de visitas”. “Yo firmé el acuerdo y ella no, y ese acuerdo nunca se cumplió, porque me impedían ver a Lucio y no me atendían las videollamadas. Por eso hice en Santa Rosa una denuncia por impedimento de contacto”, añadió.

Cuando le preguntaron porqué no había reclamado la tutela del pequeño, aseguró: “Era una situación que había que tomar con pinzas. Si hacía algo mal, ellas me prohibían ver a Lucio. Me bloqueaban las videollamadas. ¿Si eso se lo dije a mi abogada? No, porque no tuve más contacto con ella”. Por otro lado, sobre si presentía que la mamá maltrataba a su hijo, respondió: “Si lo hubiera visto, hubiese hecho algo”.

El testimonio del abuelo

También declaró Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio: “A Lucio no se lo devolvieron a la madre. Ella fue y se lo trajo a Santa Rosa cuando existía un régimen de visitas, y no podía traérselo a Santa Rosa”. Comentó que Espósito Valenti “denunció que el nene estaba golpeado” cuando vivía con sus tíos, “por eso, la Policía fue hasta la casa de Maxi y le hizo un montón de preguntas a Lucio”, añadió.

Yo contraté a Mascaró para que Lucio retornara a su centro familiar, paterno y materno, porque eso se demoraba mucho, y porque sospechábamos que se lo traerían a Santa Rosa. A Mascaró le mostramos un montón de pruebas. Fotos donde ellas hacían cosas delante de Lucio, de plantas de marihuana en macetas, de chats con agresiones a Christian… Todo eso no sirvió para nada. Esas pruebas se las llevó a la jueza Pérez Ballester”, afirmó.

Lucio con su abuelo paterno, Ramón Dupuy.
Lucio con su abuelo paterno, Ramón Dupuy.

Aunque no pudo asegurar que las pruebas hayan llegado correctamente a la letrada. Por otro lado, confesó que no notó episodios de violencia de la mamá a Lucio. Sobre esto, la abuela paterna de Lucio, Silvia Noemí Gómez aseguró que tampoco sospechaba situaciones de maltrato: “No, si no la historia hubiera sido otra”, y aseguró: “La familia no maltrató a Lucio. Consideramos que hubo alguien detrás de su escritorio que no hizo bien su trabajo”.

Otros testimonios de familiares

Maximiliano Dupuy detalló que estuvieron a cargo del cuidado de Lucio desde finales de 2018, pero que en “octubre o noviembre” de 2019, cuando la mamá reclamó la tutela, no se la querían otorgar ya que “no tenía una vida fija” y veían “publicaciones con drogas”, según lo que pudo acceder Infobae.

Y continuó: “Legalmente nunca hicimos nada, más allá de la tutela. Hasta ese momento no habíamos tenido ningún problema”. “Después de eso aparecieron las denuncias de Magdalena y la policía me sacó a Lucio por una denuncia de la madre. Hice una contra denuncia para defenderme. Ahí dije que temía que podía hacer con Lucio cuando lo tuviera a solas”. Finalmente, Maximiliano aseguró que “hoy se podría haber hecho más por la tutela, pero en ese momento no lo sabía”.

Por su parte, Marvin Espósito Valenti, la hermana de Espósito Valenti y tía materna de Lucio, aseguró que el menor estuvo con ella y su mamá en General Pico, pero que se lo entregaron a los tíos paternos cuando la progenitora se fue a Córdoba a trabajar.

La abogada y la asesora están suspendidas de sus cargos.
La abogada y la asesora están suspendidas de sus cargos.

Sobre la actitud de Espósito Valenti aseguró: “Era reacia a que Lucio tuviera contacto con su mamá y su familia materna. Ese fue el disparador de la situación conflictiva. Mientras vivió con ella, mi mamá y yo fuimos todos los sábados a buscarlo, aunque nunca dejó que se quedara a dormir con nosotros. Incluso cuando ella (Hidalgo) tuvo que irse a Bahía Blanca durante el embarazo, Lucio quedó al cuidado de la familia paterna aunque nosotras estuviéramos disponibles”.

La palabra de las funcionarias

Al finalizar las declaraciones de los familiares, María del Carmen Andreani, secretaria del Juzgado de Familia, Niños, Niñas y Adolescentes Nº1 de General Pico desde 2004 hasta el 1 de agosto de este año, calificó a Ballester como “muy responsable, preparada y estudiosa”, con una actitud “ejemplar” de sus funciones en el caso.

En esa misma línea, aseveró que ningún familiar se acercó al juzgado comentando alguna situación de disconformidad. Con respecto a escuchar la opinión de Lucio y teniendo en cuenta que tenía 2 años cuando se realizó la tramitación de la tutela, señaló que “no es lo mismo un niño de cuatro que de diez años, se debe tener en cuenta su capacidad progresiva”.

Sobre este tema, Fernanda Gabriela Coronel Pordomingo, defensora civil de General Pico, indicó: “Nunca, en mis diez años en la función judicial, se escuchó a un niño de esa edad. Para mí sería victimizarlo. Cuando tienen menos de cinco se angustian, lloran y piden por la madre”. Indicó que no es usual que se soliciten informes: “No se hacen nunca. Cuando en una homologación hay situaciones de violencia, abuso o peligro, no firmamos un cuidado personal”.

Por otro lado, comentó que el papá de Lucio no fue citado ya que la tutela “fue un proceso voluntario y sin controversias. Lo único que había que demostrar era si la tía era idónea para el ejercicio de sus funciones”.

Con respecto a la postura de Ballester, afirmó: “Es proba, honesta, estudiosa y sumamente cuidadosa. Y además tiene empatía con la gente. Es un placer trabajar en ese juzgado”, mientras que de Catán afirmó: “Elisa tiene empatía con los niños, es parte de su personalidad. Tiene una excelente llegada y es una persona muy preparada”.

Por otro lado, Edit Ester Minetti, integrante del equipo técnico del Juzgado de Familia, Niños, Niñas y Adolescentes Nº2 de General Pico, quién participó en el informe socio-ambiental del expediente de la tutela a pedido de Ballester, afirmó que durante su trabajo no se presentó una situación de abandono o desamparo total de la madre.

Por otro lado, Alejandra Inés Rodríguez Vargas, la abogada de Espósito Valenti, afirmó: “Conocí a Lucio. Era un niño feliz, contento, que todo el tiempo estaba abrazado a su mamá”. Y aseguró que “hubiera sido posible escuchar a Lucio si el expediente hubiera avanzado”, pero que al final las partes resolvieron un acuerdo y la tutela de Lucio pasó a la madre.

La abogada de Hidalgo, Adriana Alicia Mascaró, detalló: “Leticia no estuvo presionada (para firmar el acuerdo), simplemente no quería renegar más. Me decía que la madre llamaba a cualquier hora los días que no estaban convenidos por el régimen comunicacional. Por eso lo delegó en el papá” y aseguró que no sospechaba de posibles episodios de violencia hacia el menor.

Por último, declaró Adriana Eva García Civalero, quien estuvo a cargo de la mediación donde Hidalgo y Espósito Valenti definieron un régimen comunicacional. Aseguró que la tía “no me dijo que estuviera presionada” y agregó que “si se hubiera detectado que alguna de las partes no hubiese tenido libertad para decidir, la mediación no hubiera podido avanzar”.

“¿Por qué no se acordó el cuidado personal? Porque las dos partes entendieron que debía existir previamente una revinculación de la madre con su hijo, ya que hacía tiempo que no estaba con él”, concluyó García Civalero.