Este domingo, el conocido ciclista pampeano César Aguilera, que vive en Parera, estaba con su familia tomando mate a la orilla del Río Limay, en Neuquén, cuando vio que una niña era arrastrada por la corriente hacia una zona profunda mientras gritaba y pedía auxilio.
Sin dudarlo, Aguilera se arrojó al agua, llegó nadando hasta la niña y comenzó a empujar el inflable para llevarlo a la orilla cuando, inesperadamente, el flotador comenzó a desinflarse, se dio vuelta y la nena cayó al agua.
"Yo no soy experto nadador y me tiré al río sin pensar lo que podría pasar", le contó a La Arena. "Llegué nadando, estaba profundo, no hacía pie, pero no quería cargarme la nena a los hombros porque nos podíamos ahogar los dos", relató.
"Fue terrible, no sabía lo que pasaba, hasta que vi a un hombre, que era el papá, que llegó a esa parte del río", indicando que el padre se tiró por desesperación ya que tampoco sabía nadar.
"Peché y peché a los dos hasta que el papá llegó a hacer pie en una parte de la orilla, pero el agua hacía remolino y se tragaba a la nena", dijo el pampeano, hasta que el hombre tomó fuerzas y sacó a la niña agarrada de los brazos.
Ella se encuentra fuera de peligro y en buen estado de salud, pero Aguilera relata que "viví algo increíble, todavía no caigo en lo que pasó, no soy un experimentado nadador ni nada de eso y tenía mucho miedo, todavía estoy temblando. Pero me sentí muy feliz cuando vino el papá emocionado y me dio un fuerte apretón de manos agradeciéndome por lo que hice", finalizó.