“En Cole por el Mundo”: a bordo de “Chimuelo”, una familia de santafesinos recorre el país y sueña con llegar a Alaska

Vendieron todo para recorrer Argentina y vivir la gran aventura de sus vidas. Sin boleto de regreso el matrimonio, sus cinco hijos y la abuela de 88 años, contaron su historia a VíaPaís.

“En Cole por el Mundo”: a bordo de “Chimuelo”, una familia de santafesinos recorre el país y sueña con llegar a Alaska
A bordo de "Chimuelo" una familia de Santa Fe recorre el país y sueña con llegar a Alaska.

Rutina, trabajo, escuela, estrés y un video de la familia Zapp que les cambió la vida. Eran 7 y terminaron siendo 8. Lo desearon, lo planearon y vendieron todo para armar un colectivo que les permitiera viajar desde Santa Fe hasta “el fin del mundo”. En diálogo con VíaPais, la familia de “En Cole por El Mundo”, contó cómo es vivir sobre cuatro ruedas.

Un día Martín y Tete vieron una entrevista que significó un antes y un después en sus vidas. Se trataba de Los Zapp, una familia argentina que recorre el mundo en auto. Sin emitir sonido, la pareja se miró, sonrió y así comenzó la aventura de recorrer el país en un colectivo junto a toda la familia. La organización arrancó hace tres años y medio.

Martín y Teté, los ideólogos de la aventura junto a la abuela Miryam y Rona, la más pequeña de la familia.
Martín y Teté, los ideólogos de la aventura junto a la abuela Miryam y Rona, la más pequeña de la familia.

Pusieron en venta la casa, el auto, la moto y todo lo que pudieron. También dejaron sus trabajos, aunque una parte fue debido a la pandemia: tenían servicios para fiestas y eventos, y vendían repuestos para vehículos pesados. Sin boleto de regreso, se embarcaron en la experiencia más grande de sus vidas.

No hay siete sino ocho personas en este colectivo

Los primeros pasajeros confirmados fueron Martín y Teté. Se sumaron sus hijos: Pablo (24), Juan Martín (12), Diogo (7) e Indra (5). En el camino se sumó Rona (1 ½). Pero el viajero más importante es la abuela Miryam de 88 años.

Todos los pasajeros a bordo: Miryam, Rona, Drogo, Teté, Intra, Juan Martín, Pablo y Martín.
Todos los pasajeros a bordo: Miryam, Rona, Drogo, Teté, Intra, Juan Martín, Pablo y Martín.

“Mi suegra ya vivía con nosotros. Armamos el proyecto sin decirle nada. Al principio estaba un poco escéptica hasta que le comentamos la idea. Pero sola se terminó convenciendo ante la idea de vivir una experiencia única y poder disfrutarla con sus nietos”, contó Martín.

Una vez confirmados todos los pasajeros siguieron planeando el viaje. Según contó Martín, el principal consejo que les dieron fue el de “no hacer nada definitivo”. “Cuando arrancamos no teníamos experiencia en viajes, asi que tratamos de dejar espacio para reacomodarnos”, expresó Martín. Y agregó: “Nuestra aventura tiene que ver con un viaje de adaptación, autoconocimiento y tolerancia”.

A sus 88 años, la abuela Miryam disfruta de la aventura con sus nietos.
A sus 88 años, la abuela Miryam disfruta de la aventura con sus nietos.

Todos a bordo de “Chiumuelo”

La familia viaja a bordo de “Chimuelo”. Al nombre lo eligieron los chicos, por la película “Entrenando a tu dragón”. Según contó Martín, pensaron y diseñaron mucho el vehículo. “Tiene bastante espacio. En la parte de abajo están los tanques de agua, mesas y reposeras. En la parte de arriba lo cotidiano. Una gran habitación donde mi mujer y yo hacemos colecho con los tres más chiquitos, dos cuchetas y una cama elevada para mi suegra”, explicó.

El interior del colectivo donde viaja la familia.
El interior del colectivo donde viaja la familia.

Además “Chimuelo” tiene “todo lo que necesita una casa para funcionar”: cocina, living, butacas, un sillón de tres cuerpos, televisor y wifi. Tienen tablets y dispositivos electrónicos para comunicarse con amigos y familiares. “Trajimos todo salvo la Play”, contó Martín entre risas.

La familia no tiene horarios ni rutinas pero sí ciertas dinámicas que intentan mantener, pero siempre abiertos al cambio. En cuanto a sus hijos Martín aseguró que “la posibilidad de conocer lugares, climas, territorios, personas, es increíble para ellos. Van aprendiendo de primera mano lo que ven en la escuela: en vez de estudiar lo que es el ‘fin de una zona rural’, lo ven y experimentan con sus propios ojos”, aseguró.

La familia en viaje.
La familia en viaje.

Estudiar y trabajar mientras se vive “de viaje”

En cuanto a la educación, durante el 2021 los chicos hicieron la escuela en la costa, en Santa Clara del Mar y durante los fines de semana aprovechaban para viajar a lugares cercanos. En cuanto a lo laboral también pudieron adaptarse: “Soy diseñador gráfico así que pude adaptarme a la modalidad online, esto nos permite solventar algunos gastos. Además vendemos sahumerios para pagar el combustible”, dijo Martín.

“Nuestra aventura tiene que ver con un viaje de adaptación, autoconocimiento y tolerancia”.
“Nuestra aventura tiene que ver con un viaje de adaptación, autoconocimiento y tolerancia”.

La familia llevan recorrida gran parte de la Provincia de Buenos Aires: Tandil, Claromecó, Bahía Blanca, Coronel Suárez. Llegaron al sur: recorrieron Villa La Angostura, Bariloche, con la intención de seguir viajando. El objetivo a corto plazo es pasar el invierno en el centro del país y para fin de año arrancar un viaje directo por la Ruta 3 hasta Ushuaia y seguir por la Ruta 40 hasta Alaska. Sin embargo la familia asegura que nada es estricto y que su principal objetivo sigue siendo disfrutar.

“Los ángeles de la ruta”, el verdadero regalo del viaje

“El balance que hacemos es 100% positivo. Este tipo de vida no es para cualquiera, te tiene que gustar y todos tienen que estar de acuerdo. Estamos fuera de la rutina pero seguimos en el sistema”, dijo Martín.

En cuanto a lo económico aseguró que “es un poco complicado, a pesar de que tenemos energía gracias a los paneles solares y no pagamos alojamiento, pero necesitamos comida y combustible. Mientras más tiempo parado estás más ahorras y más aprovechas del lugar”, aseguró.

Salida: Santa Fe
Destino: Alaska
Fecha de Regreso: Incierta
Salida: Santa Fe Destino: Alaska Fecha de Regreso: Incierta

Para Martín y su familia todo el viaje se vive de manera intensa, tanto lo bueno como lo malo, que serían los días nublados o los problemas mecánicos. Sin embargo en medio de la aventura se encontraron con un factor sorpresa: la gente que conocieron y el crecimiento espiritual y personal que eso les significó.

“Conocimos a personas increíbles, a nuestros “ángeles de la ruta”, afirmó Martín. Y finalizó con lo que para él terminó siendo una de las mayores revelaciones: “Antes de iniciar el viaje teníamos la idea de que íbamos a disfrutar de los paisajes, las comidas, los lugares y sacar muchas fotos. Sin embargo lo principal de nuestra aventura fue, es y será la gente”.

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