En diciembre de este año se cumplen cinco años de la desaparición de Maxi Sosa, el niño que hoy tendría 8 años y cuya búsqueda de paradero movilizó a toda la ciudad de Ceres. La novedad alrededor de la causa es que fue elevada a juicio oral por el fiscal federal subrogante de Rafaela, Gustavo Onel.
El caso, que tiene procesados a Patricia Sayago (43 años, abuela del niño), Ariel Malagueño (39 años, pareja de Sayago) parte de la imputación a los dos sospechosos del delito de trata de personas, en las modalidades de traslado y ofrecimiento, agravado por haber mediado abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima, por no poder esta valerse por sí misma, por la participación de tres o más personas, y por ser aquella menor de dieciocho años.
En su momento los dos detenidos del caso fueron aprehendidos cerca de denunciada la desaparición y cuando el expediente todavía tramitaba en el fuero penal provincial. Ya luego cuando la causa pasó a los tribunales federales de Rafaela, el juez federal de entonces, Miguel Abasolo, determinó el procesamiento de los dos sospechosos en septiembre de 2019.
Para Abasolo entre el 18 y 21 diciembre de 2015 (fecha de la desaparición de Maxi Sosa) Sayago y Malagueño lo trasladaron desde Ceres hasta un inmueble llamado "El Chalecito", ubicado en Colonia Montefiore. El expediente consideró que allí el menor fue retenido y ocultado por lo menos hasta el 26 de junio del 2016. Luego, creen los pesquisas, el niño fue entregado o "vendido" a una red de trata de personas cuyas identidades aún no pudieron ser establecidas.