El gobernador Omar Perotti advirtió que esta semana analizarán la situación epidemiológica "día a día" para ver si dan marcha atrás con las habilitaciones vigentes por la pandemia. En particular sostuvo que las reuniones afectivas en Santa Fe "en muchos casos dejaron de ser encuentros" para convertirse en "fiestas".
A la luz de las últimas denuncias en la capital y en Rosario, el mandatario sentenció que el incumplimiento de la normativa sanitaria fue "una realidad" este fin de semana. "Vamos a seguir con mucha firmeza en los controles, pero también teniendo la evaluación de cada una de las actividades", anticipó de cara al Día del Amigo.
Si bien se refirió al incremento de la circulación hacia zonas de mayor contagio y a la reactivación económica como factores de la aceleración de la curva, el rafaelino se mostró preocupado por "ciertas conductas que están relajándose". Así puntualizó que "el barbijo dejó de estar tan puesto como siempre" y pidió "retomar ese cuidado" junto con el distanciamiento.
El Ministerio de Salud reportó este lunes 13 casos nuevos de coronavirus en Santa Fe. Las autoridades confirmaron que más de la mitad corresponden a Rosario y el resto se refiere a otros puntos del sur de la provincia, salvo dos personas con domicilio en la ciudad capital.
Desde el Ejecutivo informaron que siete pacientes viven en la Cuna de la Bandera y, dentro de ese grupo, cinco tienen un nexo epidemiológico confirmado. Esta misma situación se verifica con dos habitantes de Santa Isabel, uno en Zavalla y otro en Pavón, muy cerca de Villa Constitución, donde la semana anterior se llevó a cabo el plan nacional Detectar para monitorear la situación en el barrio Domingo Troilo.
Según los registros oficiales, en Santa Fe hubo 538 contagios debido a la pandemia y siete muertes. En estudio quedan 400 muestras y 405 personas ya se recuperaron luego del diagnóstico positivo. A su vez, el trabajo de laboratorio permitió descartar 14.955 casos sospechosos.