Mucho más preocupado por las finanzas que por la seguridad, pese a haber sido su caballito de batalla durante la campaña, Omar Perotti a través de su equipo de transición insiste en que el gobernador Miguel Lifschitz ordene la economía provincial para garantizar el pago de salarios.
El mencionado equipo difundió un comunicado que calificó al escenario actual como de emergencia social y económica, y exigió al gobierno el cumplimiento de los compromisos asumidos durante su gestión, como ser medidas de orden fiscal, presupuestario y financiero para garantizar pago de salarios y aportes previsionales según la paritaria.
También pidió la cancelación de las obligaciones con proveedores, contratistas, municipios y comunas y terceros, el sostenimiento de las políticas de atención social, y en general el normal funcionamiento del Estado, "manteniendo un nivel de disponibilidades y de deuda flotante que permita un razonable proceso de transición", se indicó.
Estos últimos elementos se mencionan atentos a las ultimas manifestaciones publicas hechas por funcionarios provinciales, donde se generan dudas sobre el pago del aguinaldo en materia salarial y en el cumplimiento de otras obligaciones como la entrega de insumos médicos a hospitales, además de haberse registrado demoras de los pagos a contratistas, proveedores y prestadores del sistema de salud, así como deudas con municipios y comunas.
"En un consolidado contexto de recesión económica y caída de la recaudación en términos reales, la provincia mantuvo un alto nivel de gasto, mostrando un crecimiento interanual por encima de los índices de inflación", señalaron allegados al gobernador electo.
En particular se hizo mención al déficit que al mes de junio ascendía a $10.580 millones, por lo que manteniéndose esta tendencia de caída de la recaudación, el sostenimiento de la ejecución de gastos corrientes y de capital, y la expectativa de inflación, "la cifra del déficit ascendería, al mes de diciembre, por encima de los $19.000 millones", consignaron.