En el cierre de los alegatos por el juicio que se lleva adelante contra Abel Vázquez y Lucía Carrasco por el asesinato de Nélida Villar, los imputados hicieron uso de la palabra y pidieron justicia pero “una verdadera justicia”.
“Soy totalmente inocente”, dijo Vázquez mientras que Carrasco aseguró que “estamos acá condenados por la sociedad todos estos años por algo que no hemos hecho”.
Este lunes se realizaron los alegatos finales. Tras el pedido de la fiscalía y a querella de una condena a prisión perpetua para Abel Vázquez y la solicitud de absolución por el beneficio de la duda a Lucía Carrasco, fue el turno de los abogados defensores.
Tanto María Hidalgo como Gustavo Nedic, consideraron que no hay pruebas suficientes que vinculen a los imputados con el crimen y pidieron la absolución lisa y llana de sus defendidos.
Pero como es habitual en los juicios, antes de pasar a deliberar para dictar sentencia, el tribunal compuesto por Néstor Murcia, Jorge Yapur y Sergio González, dio la oportunidad a los acusados de dar sus últimas palabras.
La primera en hablar ante los magistrados fue Lucía Carrasco. La esposa de Vázquez llegó acusada por homicidio simple en subsidio con homicidio por emoción violenta.
La principal hipótesis era que la mujer descubrió a su marido teniendo relaciones sexuales con Villar y actuó fuera de si.
Después de escuchar al fiscal Pablo Peñasco que solicitó su absolución, Carrasco comenzó diciendo “habiendo escuchado al fiscal, a esta altura, después de casi nueve años, lo que me hicieron pasar a mi y a mis hijas es muy injusto”.
“Pido una verdadera justicia, que no haya más Nélida Villar pero tampoco que haya más como nosotros, que estamos acá condenados por la sociedad todos estos años por algo que no hemos hecho”, prosiguió la mujer.
A renglón seguido Carrasco añadió: “La familia Villar merece su justicia pero no quiero dejar pasar que a nosotros, con cuatro niñas en casa, nos partieron la vida estos años, nos han destruido. Es muy injusto todo lo que nos hicieron como familia”.
Por último, la imputada sostuvo “pido verdadera justicia, una justicia justa para la familia Villar y para nosotros también, nadie se merece esto”.
Abel Vázquez siguió el camino de su esposa y también se paró frente al tribunal y expresó “fueron más de ocho años que sufrimos este calvario injustamente” y luego afirmó: “Soy totalmente inocente, no soy culpable de lo que me acusan”.
Con un llanto que casi le impedía hablar con claridad, el acusado dijo que “me han destrozado la vida, así como le quitaron la vida a Nélida Villar, a mi fue el día que me pusieron en la cárcel injustamente. Pero tuve que seguir luchando por nuestras hijas confiando en que vamos a tener justicia, pero ya no podemos más”.
Para cerrar, Vázquez sostuvo que “ya es hora de que vivamos en paz. Necesitamos justicia pero no condenándonos a nosotros que somos inocentes”.