El análisis de las llamadas entre Abel Vázquez y Lucía Carrasco y del imputado con Nélida Villar fue el centro de atención durante la jornada de este viernes, en el juicio que se lleva adelante para determinar responsabilidades penales por la muerte de la joven de 21 años, ocurrida en mayo de 2013, en Malargüe.
Los jueces Néstor Ariel Murcia, Jorge Yapur Meca y Sergio González escucharon detalles de las pericias telefónicas realizadas sobre los celulares de Carrasco y Vázquez, el matrimonio acusado por el homicidio.
En tanto la pericia ordenada al celular de Nélida Villar quedó trunca por las malas condiciones en las que se encuentra el aparato, incluyendo la batería y los circuitos internos.
Con la prueba testimonial concluida y la prueba instrumental presentada, el tribunal penal colegiado fijó para el lunes 29, a las 8.30, los alegatos finales la fiscalía, la querella y la defensa de ambos imputados.
Cruce de llamadas
Abel Vázquez encara este proceso penal, bajo el encuadre de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.
Las pruebas que ha aportado la fiscalía intentan demostrar que Vázquez sostenía un vínculo oculto con Nelly Villar. En ese sentido, este viernes fue expuesto ante el tribunal el análisis de las llamadas entre ambos, el 7 de mayo de 2013, día en que Villar fue vista por última vez con vida y luego apareció muerta en el cerro San Ceferino.
De acuerdo a este análisis, ese día, Abel Vázquez se comunicó con Nelly Villar desde las 9.04. De aquí se desprende que la mecánica de comunicación entre ambos era la de llamar y cortar. Tras salir de su casa, a las 15.30, Nelly llama a Vázquez nuevamente a las 15.44 y a las 15.45. Luego, a las 16, le deja un mensaje de voz cuyo contenido se desconoce. Ocho minutos más tarde, Abel Vázquez responde con un mensaje de texto y luego, a las 16.10, escucha su buzón de voz. En adelante, no existen en los registros otras comunicaciones entre ambos.
La pericia también arrojó luz sobre las comunicaciones que mantuvo el matrimonio Vázquez - Carrasco, el día del hecho y los días posteriores. Minutos después de que cesaran las comunicaciones entre Abel Vázquez y Nelly Villar, Lucía Carrasco –imputada por homicidio simple u homicidio por emoción violenta- comenzó a comunicarse con su esposo, primero para reclamarle cuestiones de dinero y luego para consultarle sobre lo que estaba haciendo y cuándo regresaba a su casa.
De acuerdo a lo analizado en el registro de llamadas, un día después de que Villar fuera encontrada muerta, las comunicaciones entre Vázquez y Carrasco, se hacen más frecuentes las “llamadas perdidas”. El día en que velaban a Nelly Villar, los imputados se comunicaron 4 veces y hubo otros 8 llamados entre ambos al día siguiente. Luego, las comunicaciones fueron a través del teléfono de una de las hijas de Lucía Carrasco y vía mensajes de texto.
Otro punto de interés fue una serie de comunicaciones que el matrimonio sostuvo el 10 de mayo, cuando las autoridades judiciales ordenaron allanamientos en el lugar de trabajo de Vázquez.
“Amor estamos tomando mates con mi hermana todo bien por ahí que onda te llamo la gorda”, le escribió Lucía a Abel. El hombre contestó con una negativa y luego envió mensajes al teléfono de una familiar que sería funcionaria policial. Luego de escribirle, también le llamó.
Finalmente, de la pericia solicitada por el Ministerio Público Fiscal sobre el teléfono de Nélida Villar, no se pudo extraer información. El estado en el que se encuentra el aparato impidió la tarea de la Unidad de Apoyo para la Investigación Fiscal (UDAPIF).