La fuerte suba que registró el dólar la semana pasada se vio reflejada rápidamente en las góndolas de los supermercados y almacenes locales. Los alimentos y bebidas tuvieron un incremento promedio de entre el 15% y el 20%, y no se descarta que haya nuevos aumentos.
Los ajustes incluyen a la mayoría de los productos que componen la canasta básica, tales como harinas, aceites, fideos, yerba, arroz, leches y manteca, y también artículos de limpieza.
"Los precios mayoristas suben y los minoristas no tanto, pero se supone que esos precios en algún momento se van a acomodar. La situación por ahora es de incertidumbre", dispararon desde la Federación de Comercio e Industria, y remarcaron que "los proveedores que aún no aplican subas, optaron por dar de baja algunas promociones y se muestran cautos".
La cuestión pasa por ver cuánto de ese mayor costo se va a trasladar al producto. "Los que notamos es que los pedidos que se hacen son más chicos. Hoy está todo muy quieto y no hay plata. Nosotros tenemos que ir reponiendo con lo poquito que vendemos, pero se nos complica", resaltó Raúl Podestá, almacenero, a Somos San Nicolás. También el encarecimiento del flete por la escalada del gasoil influirá en el precio final, con lo cual se espera que los valores se actualicen a partir de los nuevos ajustes que hicieron las petroleras.
En este contexto, advirtieron una fuerte caída del consumo de carnes rojas y de gaseosas o fideos de primeras marcas, y se especula con los precios.