En el marco de la causa de Guadalupe Lucero, el pasado viernes, por más de cuatro horas un equipo de gendarmes, policías federales, antropólogos forenses y perros rastreadores requisaron e hicieron pericias en dos viviendas de la zona sur de San Luis capital.
El procedimiento fue realizado a pedido de la Fiscalía Federal local, que ordenó buscar prendas de vestir y rastros genéticos en un lugar que, según trascendió, habían sido marcados por un perro detector cuando la investigación estaba en manos de la Justicia puntana.
Los detalles del operativo en búsqueda de Guadalupe Lucero
La búsqueda comenzó alrededor de las 15 en una casa de la manzana A del barrio 30 Viviendas, a exactamente dos kilómetros de donde la niña desapareció el 14 de junio de 2021.
En el operativo participó una unidad de la Agencia Regional Cuyo de la Policía Federal con asiento en San Juan, que llegó con dos canes detectores de restos humanos de la Unidad K-9. También lo hicieron miembros del Equipo Mendocino de Arqueología y Antropología Forense de Mendoza, más tres camionetas con miembros de Gendarmería Nacional de Buenos Aires y Córdoba.
Estos últimos utilizaron palas y equipos de excavación para remover el terreno en el patio de la casa, que cuenta con un único terreno, pero con dos construcciones: adelante vive un joven con su hija y atrás, su hermano con su esposa e hijos. Ambos trabajan en la construcción.
Cerca de las 18.20, esta última persona mencionada firmó actas de procedimiento en las que le informaban que parte de las pericias habían sido negativas.
¿Qué le pasó a la nena de San Luis?
Tal como expresó el padre de la pequeña, nunca se confirmó exactamente qué sucedió con la pequeña que desapareció el 14 de junio de 2021, mientras jugaba en un descampado del barrio 544 viviendas de la ciudad de San Luis.
Según testimonios de dos menores que jugaban con “Guada” aquel día, una mujer en moto se la habría llevado mientras jugaban con ella.
El problema es que estos testimonios corresponden a una niña de 3 años y a una adolescente con discapacidad, por lo que este hecho no pudo ser comprobado al 100% por la Justicia.
En su momento, la mamá de la adolescente discapacitada había pronunciado: “Mi hija vio cómo se llevaron a Guadalupe”, tras realizar un extenso y crudo relato sobre aquella tarde noche.