Un juego que se salió de control, esa es una de las nuevas hipótesis que reactivó la búsqueda de Guadalupe Lucero en San Luis. Las declaraciones de una joven con algún tipo de discapacidad en Cámara Gesell reveló información que, hasta el momento, no se tenía.
Más de 100 efectivos de fuerzas de seguridad comenzaron este martes con nuevos rastrillajes en San Luis en lo que conformó una nueva búsqueda de Guadalupe. La niña que cumplió sus 6 años en febrero fue vista por última vez el 14 junio del 2021 en el barrio 544 viviendas de la capital provincial.
Desde su desaparición, hace más de 10 meses, no hubo pistas firmes sobre el paradero de la menor. Varias hipótesis se barajaron en medio de un fuerte hermetismo: desde un secuestro extorsivo hasta un caso de trata de personas, robo de menores y venganza contra la familia.
En las últimas semanas, sin embargo, desde la Justicia Federal se decidió retomar la investigación a partir de dos teorías originales: el secuestro, por un lado, y un accidente jugando en el descampado que está frente a la casa de su tía, por otro.
En aquel descampado, cabe mencionar, ya se habían realizado rastrillajes previamente, pero, simplemente, fallaron. Desde el fuero Federal aludieron que los mismos estuvieron “mal hechos” por la Policía provincial, con inconsistencias y errores en los procedimientos.
Pero, ¿Qué fue lo que desató esta nueva búsqueda?
Una nueva hipótesis apareció. Una adolescente con algún tipo de discapacidad habría aportado en Cámara Gesell información que no se tenía hasta el momento. Ella ya había sido previamente entrevistada, pero no había salido a la luz dicha información.
Según detectaron mediante actividades lúdicas un grupo de psicólogos, la joven habría revelado que ocurrió un accidente aquel día mientras jugaban en un descampado, del cual ella habría sido testigo.
En esta declaración en Cámara Gesell, la joven habría contado que estuvo con Guadalupe la noche de su desaparición, que había regresado a su casa con la ropa llena de barro y luego había mencionado algo sobre su amiga.
Eric, el papá de Guadalupe, confirmó su hija era “una nena audaz”, que solía ir a explorar y no tenía miedo, aunque tiene dudas sobre si podría haberse alejado tanto de la casa.
Sin embargo, no se han dado a conocer más detalles al respecto por tratarse de una investigación en curso. De aquí surgen los nuevos rastrillajes en busca de “evidencias físicas” y para descartar viejas hipótesis.
Las últimas novedades que han dejado estos nuevos rastrillajes han sido la aparición de prendas de vestir y restos óseos que actualmente están investigando para ver si corresponden a la menor.