El bioquímico cordobés, pero puntano por adopción, Rodrigo Salcedo, quien supo llegar a la semifinal de Masterchef Argentina confesó secretos en relación a la cocina. Confió cómo surgió su pasión por la gastronomía, cómo aprendió el arte sin instrucción académica ni libros, en qué momento y para quién.
Después de casi un mes de haber salido del reality más famoso de cocina, emitido por Telefé, el representante de San Luis en Masterchef se abrió para contar algunos secretitos de su vida que lo llevaron a sumergirse en el arte de la cocina.
En entrevistas a medios puntanos dijo que llegó a los 18 años a estudiar bioquímica, siguiendo los pasos de sus padres. Ratificando su origen cordobés, hizo una introducción de su vida contando que fue un niño de travesuras pero controlado por una madre estricta. Al terminar el secundario decidió estudiar en San Luis, provincia a la que conoció a fondo siendo universitario.
Luego, se desempeñó como docente en la Universidad Nacional de esta provincia y antes de migrar a Buenos Aires estuvo trabajando en el Hospital de San Martín, nosocomio al que volvió luego de su paso por el programa donde supo cautivar a televidentes y ganarse la empatía y cariño de los demás concursantes, a los chefs que hicieron de jurado e incluso de la mismísima Wanda, con quien protagonizó los más divertidos diálogos en el Masterchef.
Cómo nació su pasión por la cocina
“A esta pasión por la cocina la conocí cuando ya tuve otra solvencia económica, cuando podía comprar porque cuando sos estudiantes comés medio...(NdR: gesticula haciendo referencia de ‘mal’). Y de inmediato manifiestó ser “muy obsesivo. Cuando me gusta algo lo investigo”. Pero “nunca leí un libro de cocina”, aseguró en Diario de la República.
Y aclaró: “Consumo mucho contenido de internet, youtube y otras plataformas”. A lo que luego detalló: “Estaba en pareja en un momento y cocinaba mucho para ella. Era un momento que nos reunía siempre. Cocinaba yo pero ella hacía de sous chef , digamos, de las tareas menores. Y lo pasaba muy bien, nos divertía mucho haciendo eso y era muy recurrente”.
Y agregó: “No me gusta repetir platos entonces durante años, hacíamos cosas distintas y eso permitió ampliar mi capacidad en gastronómica”.
El momento en que decidió inscribirse a Masterchef
“Fue en una guardia en el hospital y me saltó el formulario en internet. Y dije, ‘lo lleno’ como cuando llenás un sorteo de un millón de dólares. O sea, lo llené y me olvidé. Pasó un mes y medio y me llegó un mail para informarme que me había quedado preseleccionado y dije “ah cierto que me inscribí”.
El contacto con la gente
“Fue increíble sentirlo, sin desearlo porque mucha gente dijo ‘es un personaje lo que hacés’. Y yo no sé actuar, no tengo personaje, no tengo nada. Iba y cocinaba porque era lo que me gustaba hacer. Parece que la gente le gustó eso”, expresó.
Los amigos que ganó
Rodrigo, con su forma de ser espontánea y humor, abrió sus puertas a la amistad dentro de la cocina más famosa. Y confesó que si bien a Antonio le llegó tener un gran aprecio, no es de los que continuó en contacto. “Con Dani, Cande, Aquiles, Juan Francisco, nos hablamos más seguido y son con quienes más cercano estoy. Pero la experiencia de los 16 que estuvieron en el casting fue bárbara”, afirmó.
Volver a casa
“Me fui de acá el 27 de febrero y volví hace un ratito. O sea, no paré, viví con una valija durante seis meses, en casas prestadas. Fue como media rara esa parte, pero bueno, me la pasé todo el día grabando. Entonces iba solo a dormir a otro lado. Fue lo difícil, pero bueno, volver a mi casa me hizo sentir muy bien, a mi cama, a mis cosas. Es como reconfortante”.
“Todavía estoy tratándome de acomodar de vuelta a la vida, digamos, ‘normal’. La semana pasada volví al hospital a hacer guardias a mi zona, a lo que hacía antes. Y bueno, de a poquito tratando de reacomodarme de vuelta a lo que era mi vida o a lo que quiero hacer ahora”, expresó a El Chirrillero.
Y agregó: “Fue “una experiencia super enriquecedora, algo totalmente nuevo”.
“Aprendí un montón porque amo la cocina, pero a nivel amateur, digamos. Y bueno, ahí fue como aprender mucho y rápido, y tuve que amoldarme de eso. Pero por suerte, con esos tres chefs que son una locura, aprendés un montón”, sostuvo en relación a Germán Martitegui, Donato de Santis y Damián Betular.
Hoy, “creo que la palabra que más me nace decir es ‘gracias’. Pensás que mucha gente estuvo seis meses mirándome todos los días, entonces cuando me ven en la calle, creen que son amigos, me agarran y me dan abrazos. Todo ese amor, todo ese afecto, es increíble, y creo que es solo agradecerle a la gente ese apoyo, ese fanatismo también. Me encanta que se hayan apasionado así, me gusta la gente pasional, y nada, agradecer”, reflexionó.
Su futuro en San Luis
Rodrigo afirmó que hoy busca centrarse en su profesión y descartó la posibilidad de poner un restaurante, de abrir un canal de YouTube, o de hacer un programa en la tele, aunque está abierto a las posibilidades. Volvió a su rutina en el hospital de San Martín pero siendo una cara famosa.
Según contó a El Chorrillero, Rodrigo confesó tener temor ante la reacción de los pacientes, después de su paso por el programa siendo profesional, tener un rol y tratar un tema con seriedad. Pero la verdad todos se portaron correctamente, todos algo me decían, pero todos fueron muy cálidos, ubicados, pero lo disfruté mucho”.
Y posteriormente contó una “extraña” y graciosa anécdota con una paciente a quien le estaba explicando una situación complicada de su madre (paciente). “Yo veía que no me estaba prestando atención”, explicó sonriendo al referirse que la mujer lo había reconocido como el participante de Masterchef.
Sobre los rumores de romance con Mariana Diarco
“Me sorprendió a mí también. Soy una persona común y corriente, o sencilla, digamos, entonces no entiendo cómo se manejan esas cosas. Hacen notas de nada, que me pasó durante todo el programa, y dije, pero ¿cómo escriben eso? Ni me preguntan ni nada. A Mariana la conozco, somos amigos, la llamé cuando salió esa nota y me dijo que no hay que darle bola a lo que escriban, y bueno, nada, lo dejo ahí, que sea lo que quiera”, concluyó.