El lunes el tribunal de la Cámara Penal 1 de Villa Mercedes, en San Luis, condenó a 18 años de cárcel a un hombre por violar durante años a las dos hijas de su hermana, que compartían su vivienda con él porque no tenía donde vivir.
J e I fueron las niñas abusadas que hoy ya son mujeres - tienen 18 y 23 años- y se animaron a contarle a su madre en el 2016 la pesadilla que vivieron cuando tenían 3 años. En agosto de ese año es cuando sus padres y una de ellas radicaron la denuncia que llevó a juicio y a una sentencia con pena máxima a su tío.
La mayor comentó que los primeros abusos fueron en un campo cercano a la casa de sus abuelos, en La Toma, y que comenzaron solo como manoseos, aunque pronto se convirtieron en más. También se aprovechaba de ella cuando se quedaban solos en lo de sus abuelos paternos, continuaron cuando J. y su familia se cambiaron de casa y se intensificaron cuando la chica cumplió 15 años, ya que, según contó su mamá, el tío de las víctimas se fue a vivir con ellos porque no tenía casa, publicó El Diario de la República.
Su tío las manoseaba ante cualquier oportunidad, como cuando su padre dormía o trabajaba. Incluso si sus padres no estaban, el las violaba en la habitación matrimonial, relató J.
I declaró en Cámara Gesell como su hermana, que su tío empezó a abusarla cuando tenía tres o cuatro años pero que no recordaba cuándo había sido la primera vez, pero sí que siempre ocurrían cuando sus papás no estaban en la casa.
El tribunal estuvo presidido por Virna Milena Eguinoa y los vocales Aníbal Atilio Astudillo y Susana Elda Bravo condenó a su tío, detenido desde octubre de 2016, por el delito de "abuso sexual con acceso carnal calificado por la situación de convivencia preexistente en concurso real".
Los jueces resolvieron darle el máximo de pena solicitado por el fiscal de Cámara, 18 años, aunque en el veredicto aclararon que la jurisprudencia les "impide exceder el tope máximo de pena solicitado por Fiscalía", dando a entender que la pena hubiese sido más dura.