El 18 de enero, la jueza Virginia Palacios del Juzgado de Instrucción en lo Penal N° 3 de San Luis, mandó a prisión a Luis Ariel Vera por intento de homicidio luego de apuñalar cinco veces al abogado Ernesto Fabián Zárate.
El caso llamó mucho la atención de la sociedad puntana porque Vera es no vidente y trabaja cantando canciones religiosas en la peatonal. Su primer abogado intentó probar ante la Justicia de que él reaccionó de esa manera a un intento de agresión por parte de Zárate.
La noche del incidente Zárate había invitado a Vera y a otras tres personas más a tomar cervezas a su casa, hasta que todo se descontroló y el inicio de una discusión terminó con Zárate al borde de la muerte.
Vera asegura que actuó en legítima defensa porque Zárate estaba alcoholizado, fuera de sí, y que fue él quien comenzó a agredirlo a golpes. Explicó además que para repeler a su atacante tiro puñetazos en el aire hasta que, arriba de una barra desayunador, tanteó un cuchillo y lo utilizó.
Héctor Aníbal Zavala Agüero, el nuevo defensor de Vera, de acuerdo a lo publicado por El Diario de la República, confirmó que el no vidente es inocente y, según trascendió, el jueves ampliará su declaración porque Zárate además de golpearlo e insultarlo, habría querido abusar de él.
El defensor además insistió en que debería haber un cambio de carátula de “homicidio en grado de tentativa”, a, por ejemplo, un “exceso en la legítima defensa”, pero como aún no se le hacen las pericias oftalmológicas, queda trunca esa estrategia.
Por ello, como una de las primeras medidas a tomar, Zavala Agüero solicitará "que traigan al expediente copias certificadas de todas las causas que se están llevando en juzgados de instrucción sobre Zárate".
Vera hace rato que no la pasa bien en la cárcel, denunció que sus compañeros de pabellón lo hostigan y violentan constantemente. Por ello Sebastián Cadelago Filippi, el juez de la causa, le comentó a El Diario que los reclamos sobre las condiciones del detenido están solucionadas ya que actualmente está alojado en soledad, en un pabellón especial.
