El lunes por la mañana el tribunal de la Cámara Penal Nº 1 de San Luis escuchó los alegatos de la causa en contra de Liliana Luchessi, la mujer acusada de haber matado a golpes a su hijito Jair, de un año y nueve meses de vida. El hecho ocurrió en junio de 2014, en Villa Meredes, San Luis.
Ernesto Lutens, el fiscal de Cámara, relató cómo fueron los hechos de ese día, se apoyó en el informe de la médica forense y en el resultado de las autopsias. Dijo que el Jair sufría del "Síndrome del niño maltratado".
Luego recordó los testimonios de las vecinas de la acusada quienes declararon y afirmaron que el niño recibía golpes, los cuales fueron corroborados por los médicos.
Incluso tres médicos forenses coincidieron en sus conclusiones respecto del origen de los hematomas y las lesiones. En relación a la materialidad del hecho y del fallecimiento de Jair, el funcionario expresó: "Murió por un evento traumático ajeno a cualquier problema de salud".
Lutens remarcó que los indicios están cargados de actitudes sospechosas, como que "no hubo asistencia inmediata" y que "la reacción de los padres en el momento del hecho fue de tranquilidad, ausencia y no reaccionaban".
Solicitó al tribunal que se le aplique la pena de 20 años de prisión, accesorias legales y costas procesales.
Por su parte el defensor, Pascual Celdrán durante sus alegatos dijo al Tribunal que Luchessi cuidaba a Jair más de lo que harían otros padres, y que eso estaba evidenciado en las declaraciones de las pediatras y médicos que atendían al pequeño y que aseguraron que acudía a controles con regularidad.
Luego el letrado aseguró que su clienta es inocente y aclaró que si bien no fue una madre idónea por sus problemas psiquiátricos, ella es una mujer a la que "la mala suerte le marcó la vida", incluso con el maltrato de otras internas mientras ha estado presa.
Valentín Rivadera el codefensor de Luchessi expresó que el fiscal Lutens no se expidió respecto al certificado de discapacidad de la mujer, por lo que pidió que se tenga en cuenta la inimputabilidad y los años de prisión preventiva.
Luego el presidente de la cámara, concedió la palabra a Luchessi y ella manifestó: "Yo no lo maté a mi hijo".
El próximo miércoles a las 12 del mediodía se conocerá el veredicto.
Una historia marcada por la tragedia
Liliana Luchessi y su hijo Jair fueron noticia en septiembre de 2012 cuando el niño fue secuestrado, en un confuso episodio, mientras la mujer supuestamente ejercía la prostitución.
Jair fue hallado en Mendoza y se produjeron dos arrestos.
Ante eso el pequeño fue devuelto a su madre y el 4 de octubre de ese mismo año el exgobernador de San Luis, Claudio Poggi entregó a la familia de Jair Emanuel el decreto número 4554, que garantizaba solventar todos los gastos en educación del infante desde jardín hasta la universidad.
Pero ese mismo mes, uno de los presuntos secuestradores del bebé se ahorcó en su celda.
En junio de 2014, Jair tenía 1 años y 9 meses de vida e ingresó al Policlinido Juan Domingo Perón de Villa Mercedes muerto por un "shock hipovolémico de origen traumático en la zona abdominal".
Pero luego la forense determinó que el cadaver del bebé tenía golpes: una fractura en la cara, una cicatriz de quemadura en el antebrazo izquierdo, un diente flojo y lesiones en el frenillo de la boca.
Liliana en ese momento culpó a su pareja del momento pero fue procesada por "homicidio calificado por el vinculo" y trasladada al Servicio Penitenciario Provincial.
Aunque parezca insólito, fue compañera de celda de Verónica Flores y Lucía Denasio. Las mujeres acusadas de haberle secuestrado a Jair en 2012.
Denasio fue condenada a 5 años de prisión, mientras que Verónica Flores fue dejada en libertad por falta de mérito.
Esa misma causa tuvo otro condenado, Pedro Flores, a quien le dieron 7 años de prisión.
Flores aseguró que Luchessi había vendido a su bebé a Brian Fonzalida, el joven de 18 años que se suicidó en su celda.
La tercera, la vencida
El juicio contra Luchessi por la muerte de Jair comenzó en 2017 pero se suspendió para que a la mujer le realizaran pericias psicológicas y neurológicas para acreditar su supuesta discapacidad mental
Durante la primera etapa del juicio se supo que ella cobra una pensión por discapacidad, la cual fue usada por su defensa para alegar que ella no estaba consciente de sus actos cuando mató a su hijito.
Mientras Luchessi esperaba la reanudación del juicio con prisión domiciliaria, la descubrieron en abril de 2018 en un recital de "La Barra". Eso generó un gran malestar no solo a nivel judicial, sino social.
Al haber violado la domiciliaria, Luchessi volvió a la Penitenciaria Provincial.
Fuente: La Gaceta Digital / El Diario de la República