Rosa Woronko es de esas personas que traspasa generaciones, que todos los que la conocen hablan de ella con una sonrisa y cierta admiración, muy querida. Este domingo, a los 95 años falleció, pero su legado continuará intacto.
Se quebró la cadera y estaba internada en una clínica privada de la ciudad de San Luis desde principios de julio. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Villa de la Quebrada.
Rosa Fernández de Woronko fue tres veces intendenta de Villa de la Quebrada. Además, era Catequista y disfrutaba de escribir poemas.
Rosita -como la llamaban sus allegados- se posicionó como la ex intendente comisionado más reconocida de Villa de la Quebrada por las obras que dejó pero, principalmente, por su actitud y tenacidad ante cada proyecto y gestión que emprendió durante los tres periodos que gobernó, informa La Posta de San Luis.
El año pasado, la Legislatura Provincial la reconoció como "Personalidad Pública" por su abnegada contribución al desarrollo de la localidad religiosa. También pusieron su nombre a la vía de acceso al pueblo desde la Ruta Nacional N° 146.
Rosa se casó a los 15 años con José Woronko, un panadero polaco. Tuvieron 5 hijos. Fue comerciante, escritora, catequista, política, madre, abuela y bisabuela. Uno de sus hijos dijo: "La vieja era todo terreno".