El domingo una familia puntana pasó un momento de gran tensión cuando el dormitorio de la vivienda se incendió. Afortunadamente el dueño, con la ayuda de los vecinos, logró sofocar las llamas. Un niño de dos años debió ser asistido.
El domingo alrededor de las 18 en una casa ubicada en la calle Marcelino Poblet y Sucre, de la capital puntana, se prendió fuego un colchón y la ropa de cama.
Darío Zabala de Bomberos de la Policía explicó a El Diario de la República que acudieron personal de los Cuarteles 5 y 11.
Luego detalló que en la vivienda viven Alberto Amaya, de casi 70 años, su mujer y un menor de 2 años. El bebé fue atendido por el personal del Sempro por prevención.
Zabala explicó que las llamas afectaron los muebles de la habitación, las paredes y el cielorraso. Los efectivos realizaron tareas de ventilación y retiraron el colchón calcinado para corroborar que no quedaran focos que pudieran reavivar el incendio.
Amaya no manifestó las razones por las que ocurrió el incendio, ni realizó denuncia alguna, según Zabala.