Murió tras ser atropellado por un conductor imprudente y ahora su familia busca generar conciencia vial

Matías tenía 20 años cuando perdió la vida. A cuatro años de la tragedia, su familia colocó un ángel azul en el lugar del accidente.

Murió tras ser atropellado por un conductor imprudente y ahora su familia busca generar conciencia vial
Familias del Dolor es una organización que buscar dar contención y asesoramiento de distinto tipo a los familiares y amigos de víctimas se siniestros viales.

Matías Llanos Sánchez tenía 20 años y un sinfín de sueños cuando un imprudente al volante le arrebató la vida. El trágico accidente ocurrió en diciembre de 2018, cuando el joven volvía de una juntada con amigos. Su familia, a cuatro años del episodio que marcó su vida, busca generar conciencia vial. En este contexto, su madre y hermanos colocaron un cartel con un ángel azul en el lugar del hecho.

“El objetivo principal es para que la sociedad tome conciencia al momento de circular en la calle. Hay que respetar las normas de tránsito para que no le pase a otro ángel más, no me gustaría que otras familias pasen lo mismo”, contó Mónica Sánchez, madre de Matías, a Diario La Provincia.

El accidente ocurrió en calle Progreso y Ruta 40. La camioneta, que no respetó la señal de “pare”, llevó por delante el chico. Matías murió en el acto. “Fue un golpe muy duro, tenía 20 años, recién empezaba su vida con sueños de estudiar, estaba de novio con todo el futuro por delante. Él estaba preparándose para hacer la carrera de oficial de policía, su hermano y su papá son policías. Él estaba preparándose para ingresar”, agregó la mamá de la víctima.

Matías tenía 18 años cuando un conductor imprudente lo atropelló y quitó la vida.
Matías tenía 18 años cuando un conductor imprudente lo atropelló y quitó la vida.

Para la familia fue un antes y un después aquel 18 de diciembre. Su madre recordó que horas previas al choque fatal: “Estuvimos en la tarde conversando y quería irse de viaje con la novia y los papás de la novia. Habíamos estado conversando de eso y me preguntaba cómo podía hacer y nosotros siempre lo ayudamos. Estuvimos hablando de eso. Cuando se fue me llamó la atención que se bañó, se preparó y salió. Le pregunté dónde iba y me dijo ‘Mami, ya soy grande’. Fue lo último”.

Sobre el sujeto que atropelló a su hijo comentó que: “Uno quisiera que la persona que actúa en el siniestro estuviese preso pero la realidad es que las leyes no favorecen al damnificado. Dejamos todo en manos del abogado y al final aceptamos para no seguir con la tortura de tantos años”.