Motochorros le arrebataron un celular donde tenía fotos y audios de su hija muerta

Es la mamá de Romina Aguirre, la sanjuanina de 32 años que falleció en Australia en noviembre de 2020.

Motochorros le arrebataron un celular donde tenía fotos y audios de su hija muerta
Aguirre falleció en Australia, adonde había llegado para perfeccionar su inglés.

Un nuevo caso de inseguridad ocurrió en San Juan, solo que esta vez con un agravante que trajo consecuencias emocionales muy difíciles de superar. Es que, durante la noche del último miércoles, una sanjuanina sufrió el robo de su celular cuando dos motochorros le arrebataron la cartera. Lo más doloroso fue que en ese teléfono tenía audios de su hija fallecida. Este hecho ocurrió mientras llegaba a su casa en el barrio 24 de Noviembre, en Rawson.

La víctima del robo es la mamá de Romina Aguirre, la sanjuanina de 32 años que murió en Australia en noviembre de 2020. En aquél momento, su familia realizó una importante colecta para repatriar sus restos. En el celular robado, la madre de Romina tenía guardados todas sus fotos y audios.

Según contó Guadalupe Yanadel, prima de Romina, a Diario La Provincia SJ, “el celular fue robado a mi madrina, mamá de mi prima Romina Aguirre que falleció hace dos años, en Australia. Viajó sola para experimentar y perfeccionar su inglés, y murió. Hace unos meses nos pudimos reencontrar con sus pertenencias, con todo lo que ella se había llevado y entre eso estaba el celular”.

El teléfono sustraído es un Moto G8 Plus, con una funda tipo libro de color rosado. Adentro, de la funda, contenía estampitas religiosas. “Ahí teníamos sus fotos, audios, mensajes, absolutamente todo. Ayer, cuando mi madrina llegaba a su casa, se bajó del auto, pasó una moto y le arrebataron la cartera donde estaba el celular de Romina. Fue en el barrio 24 de Noviembre, en Rawson a las 21 horas. La denuncia ya se realizó pero todavía no tenemos noticias de nada”, contó Guadalupe.

Por último, concluyó: “El celular tenía todo, tenemos fotos de ella pero ahí estaban todas y sobre todo sus audios, son casi imposibles de recuperar y era lo que nos quedaba de ella, escuchar su voz de vez en cuando. La muerte de Romina fue un golpe muy duro, tenía 32 años cuando falleció y gracias a Dios, por una colecta pudimos traerla desde Australia”.