La historia de vida del “Payito” que nadie conocía, contada por primera vez

Pablo Díaz es uno de los personajes más conocidos de la provincia. Detrás de su figura hay una historia de padecimientos y superación que pocos conocían.

La historia de vida del “Payito” que nadie conocía, contada por primera vez
Pablo Díaz, alias "El Payito" y su hermano Juan.

Uno de los personajes urbanos más conocidos en San Juan es “El Payito”. Prácticamente no debe haber ningún sanjuanino que nunca lo haya visto bailar en la calle o pedir una colaboración en los semáforos. Cada tanto, algún video suyo aparece en las redes sociales y fue Tiempo de San Juan quien lo entrevistó a fondo y publicó la nota el último fin de semana.

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El Payito” se llama Pablo Segundo Díaz. Tiene 50 años y está próximo a cumplir 51 el próximo 31 de mayo. Vive con su hermano Juan, quien lo cuida y contó cómo su vida estuvo signada por el abandono y momentos muy difíciles. “A él lo conoce todo el mundo, le hacen videos y todas esas cosas”, contó, apenado porque esas burlas le duelen.

Viven en el barrio Belgrano, en Rawson. Los hermanos Díaz se mantienen con pensiones por discapacidad y Juan también se capacita para trabajar. Sin embargo, su vida nunca fue fácil ya que sus padres se separaron y fueron enviados al reformatorio Nazario Benavídez, donde realmente la pasaron mal.

“Hasta los 5 años vivimos acá, en esta casa con mi papá Paulo y mi mamá Nelly, después ellos se separaron y mi papá no podía hacerse cargo de nosotros. Se ve que alguien denunció y nos mandaron al Nazario. Solamente los que hemos vivido en ese lugar sabemos lo que se pasa”, contó Juan. Allí estuvieron hasta los 12 años aproximadamente, cuando entraron a la escuela Braille donde estudiaban y dormían. “Yo a él lo dejo salir porque muchos años vivió el encierro, entonces lo dejo que sea libre. Aparte cuando le pido que se quede, llora como un niño”, sostuvo.

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“Yo en el Nazario tuve varios intentos de fuga porque es muy feo lo que yo vi y lo que yo viví en ese lugar. Además tenía que cuidarlo a él”, recordó, y agregó: “Él no sabe las palabras que le enseñan en la calle. Le enseñan malas palabras y él repite pero no sabe lo que significan”. Prácticamente todos los días, Pablo sale de su casa antes de las 10 de la mañana y generalmente se lo ve deambular por el centro, aunque también se lo ha visto en Zonda y en otros lugares. Cerca de las 20 vuelve a su casa, donde lo espera Pablo para conversar, cenar y luego dormir. Así es la vida del famoso Payito de San Juan.