Rafael Nicolás Carrión o mejor conocido como “Nico” atravesó un duro momento que lo hizo tener que salir a laburar por sus propios medios de jardinero. Con su motocarga y herramientas al hombro, el joven sanjuanino ha sabido superar las adversidades, mantener un trabajo y plantarse objetivos para el futuro.
Su historia se parece a la de muchos argentinos, que ante los vaivenes del país han perdido sus puestos de trabajo y han tenido que salir a rebuscársela para poder vivir. Nico lleva más de 15 años trabajando en jornadas de hasta 10 horas, pero tal sacrificio le ha permitido dejar en el pasado momentos de penuria y alcanzar cierta estabilidad.
“Trabajo de la jardinería más o menos de los 20 años. Empecé trabajando en una empresa que se llamaba ‘Green Garden’. Ahí estuve 4 años y de repente me salió otra oportunidad de trabajo como tractorista en una finca. La acepté, pero la cosa no salió como esperaba y me terminé quedando sin trabajo. Durante un tiempo la pasé mal”, comentó Nico a Tiempo de San Juan.
Ante este panorama, Nico tuvo que volver a empezar desde cero. Consiguió unas tijeras y un serrucho y en su bicicleta comenzó a podar los jardines, desde Pocita a Santa Lucía y luego de ahí a Rivadavia.
“Después saqué una máquina de cortar el pasto en cuotas y la cargaba en el portabultos de la bicicleta con las tijeras, la anchada, la pala y así me iba a laburar. Por suerte, después compré una motito, el carrito y más herramientas. Después pasé a tener una camioneta y ahora ando en una motocarga. Fue muy sacrificado, no fue tan fácil”, recuerda el joven sobre su nuevo comienzo.
Luego de un par de años su clientela comenzó a aumentar. Ahí fue cuando comenzó a crecer, tanto a nivel profesional como a nivel familiar, ya que pudieron comenzar a comprar las cosas para su hogar.
Así el joven jardinero recalcó que es un trabajo sacrificado, aunque “me hice una clientela muy buena. Pasaban gobiernos, todos hablaban de crisis y de cosas difíciles en Argentina, pero yo seguía creciendo porque, como ahora, me mataba trabajando. Sí el cliente puede a las 13:00, a las 13:00 estoy ahí, aunque hagan 45 grados de calor”.
Hoy les deja un mensaje a las generaciones más jóvenes “No fue nada fácil. Todo el mundo me decía que me iba a sonar de hambre, que iba a pasar muchas necesidades. Pero demostré que en cualquier trabajo que uno haga, si se es constante, se puede crecer”.
“Mi sueño es poder darle trabajo a la gente, no me interesa si me da ganancia. Sería espectacular ayudar a la gente, salir a crear cosas para darle de comer a distintas familias. Si Dios quiere, y me da fuerza, quiero seguir soñando en grande.”, concluyó Nico, el hombre que se dedica a cuidar los jardines de San Juan.