La alegría por haber colaborado con la catástrofe ambiental que sacudió a Corrientes se vio desmoronada en segundos, cuando su familia le contó que delincuentes ingresaron a su vivienda y prácticamente la desvalijaron. Eso le ocurrió a Cristian Solera, un joven que viajó a dedo a combatir los incendios y al regresar, se encontró con la peor noticia.
El robo ocurrió el sábado pasado. Al menos cuatro sujetos movilizados se bajaron de dos motos e ingresaron a la propiedad después de romper el alambrado perimetral. Una vez adentro, los malvivientes se llevaron la bomba de la pileta, unos los cables y todas las lámparas (unas 10) que había en una especie de pasillo que hay en el ingreso a la casa.
“Cuando uno llega lo que quiere es abrazar a su familia, comerse un asado, contar lo que vivió. Yo me encontré con mi vieja llorando y con Valentino (su hijo de 6 años) preguntándome por qué ahora la casa está fea”, contó angustiado Cristian.
Su casa está ubicada sobre Calle 14, entre Mendoza y Aberastain, y fue refaccionada especialmente para alquilarla, bajo el nombre “El Rolo Cabaña”. La misma la construyó con dinero que fue ganando en sus trabajos en el exterior: en Dinamarca, por ejemplo, trabajaba de delivery y en una empresa que limpia garajes.
“He perdido, tranquilamente, más de 150 lucas. A eso hay que sumarle que ahora me pierdo de alquilar hasta arreglar todo, hoy (por ayer) venía una gente de Córdoba y les tuve que cancelar. Estuve trabajando en el exterior para invertir acá, para establecerme acá. Pero ahora me quiero ir a la m..., yo en Argentina no gasto ni un centavo más”, señaló con bronca.