El último jueves 1 de julio, la fórmula Tadeo Berenguer – Analía Ponce se impuso en el balotaje contra Cocinero – Bellini. De esta manera, el ingeniero ocupará el cargo de rector al menos durante los próximos cuatro años. En diálogo con Vía País, analizó cómo se vivieron las elecciones y cuáles son las expectativas de lo que será su gestión al mando de la Universidad Nacional de San Juan.
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Entre otras cosas, habló de que tendrá un equipo de trabajo equilibrado. Según trascendió, Ricardo Coca estará al frente de la Secretaría Administrativo Financiera, Rosa Ferrer en la Académica, Hugo Williams Fernández en la de Obras y Servicios, Lucas Molina Rojo en la de Bienestar Universitario, Laura Garcés en la de Extensión y Eric Laciar en la de Ciencia y Técnica. Mientras tanto, quedan por cubrir Posgrado y Relaciones Internacionales y la de Comunicación.
Vía País: - ¿Cuáles son sus primeras sensaciones luego de haber ganado las elecciones y de haberse reunido con el rector saliente Oscar Nasisi en el rectorado?
Tadeo Berenguer: - Si bien ya hace 5 años que estoy vinculado, ahora tengo otra visión, aunque todavía no estoy ubicado totalmente. Con respecto a la reunión con Nasisi, como corresponde en un sistema democrático donde las instituciones deben prevalecer, las transiciones deben ser las más ordenadas posibles, no hay motivos para que sea de otra manera. Si bien puede haber otro punto de vista desde las gestiones, nosotros hemos mantenido un diálogo. A lo mejor no hubo coincidencia en algunos aspectos, pero fue una reunión muy interesante. Primero hablamos de la parte protocolar, cómo van a ser los actos de transición, y después tratando de acercar los dos grupos, los equipos técnicos salientes con los entrantes para ir poniéndonos en conocimiento de la situación cabal de cada una de las áreas. Los equipos técnicos tienen que profundizar. Hemos estado compartiendo un café y tratando esas temáticas.
V.P. - ¿Cree que parte del triunfo tiene que ver con proponer soñar la universidad de otra manera?
T.B. - Sí, fundamentalmente. El espacio que fue creado muchos años atrás, liderado por Mónica Coca, ha sido sustentado por los jóvenes que son el ser de la universidad, la riqueza, la transparencia, la pasión que tienen y la capacidad de soñar en la juventud está mucho más marcada. Si bien la esperanza y los sueños no los perdemos nunca, en los jóvenes está más marcada. Ese amplio espacio que nos ha apoyado en toda esta trayectoria ha sido de una labor inclaudicable. Por este motivo ha sido el triunfo. Además del mensaje que hemos transmitido a la comunidad universitaria, creíble, serio y marcando las realidades y las problemáticas que podemos encontrar. Hemos sido buenos comunicadores de un proyecto y ha sido bien receptado.
V.P.- ¿Qué terminó y qué empieza para la Universidad Nacional de San Juan?
T.B. - Yo entiendo y lo afirmo porque es mi impronta: se ha terminado lo que hemos vivido en los últimos tiempos, una especie de confrontación. Porque en esta campaña, mucha gente pretendió marcar las diferencias no con propuestas superadoras, sino con propuestas para tratar de bajar al contrincante. Esto se ha acabado y se va a acabar en mi gestión porque nunca me he prestado a esos juegos. Gracias a Dios ya hemos superado esa instancia, hemos tenido interesantes conversaciones. Ahora a bajar los cambios para trabajar por la universidad, por los jóvenes que están esperando mucho de nosotros y que son la fuerza que ha llevado al éxito fundamentalmente este mensaje que hemos transmitido.
V.P. - ¿Alguna vez cuando se recibió de ingeniero se le pasó por la cabeza que iba a ser rector de la Universidad?
T.B. - De ninguna manera se me pasó por la mente. Pero yo creo que el ser humano debe estar siempre preparado para estos desafíos. La formación que yo he tenido, en mi núcleo familiar, luego en la universidad y en la carrera que he realizado, me ha ido preparando, dando fuerzas y capacidades para ir ocupando los cargos que me ha tocado en la vida. Nunca imaginé que podía llegar a la más alta investidura del sistema universitario. Pero esto es para que todo el mundo sepa que el sistema universitario prepara, más allá de profesionales, dirigentes que puedan desempeñarse de la mejor manera en los roles que la vida le pone por delante.
V.P. - Estas elecciones fueron aguerridas, las agrupaciones estudiantiles que le dan vida al juego democrático tuvieron fuertes encontronazos. ¿Cómo vivió usted eso?
T.B. - Es parte del juego democrático y de la pasión de los jóvenes. Los que tenemos mayor edad lo hemos percibido a temprana edad, pero a los jóvenes esa pasión los lleva a esto. Pero este apasionamiento sustentado en ideas profundas, en ideas que los lleva a seguir adelante ciertos modelos, ciertos pensamientos y líneas de pensamiento políticos, no los debemos de desechar, el pensamiento político forma parte del pensamiento humano, no debemos tenerle miedo. No es la imposición de un partido político, de una persona en la gestión, sino que la gestión debe enriquecerse de los diferentes pensamientos políticos, tanto partidarios como pensamientos políticos en general. Ya la reforma del 18′ hablaba de la libertad de pensamiento dentro de la universidad, y es lo que enriquece. La uniformidad de criterios no le hace bien a los sistemas democráticos. La diversidad de opiniones y de líneas de pensamiento enriquece a las instituciones.
V.P. - ¿Cómo describiría el equipo que lo va a acompañar?
T.B. - Un equipo debe tener gente comprometida, fundamentalmente y más allá del pensamiento político, comprometido con la universidad y con las problemáticas que tenemos ahora. Se nos avecina una gestión que, por lo menos el primer año es bastante difícil por la situación que está atravesando la comunidad, más allá de alguna problemática que tenga la universidad. La sociedad toda, por la pandemia y por el sismo, tiene problemáticas profundas que resolver. El equipo tiene que ser brillante, comprometido, unido y no alineado. Siempre he sido enemigo de los verticalismos, los equipos de trabajo se enriquecen con las capacidades de cada uno, pero siempre aportando a una sinergia entre todos o un bien común que es la universidad.
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V.P - ¿Van a haber más mujeres que las que hay ahora?
T.B. - Sí, siempre lo he dicho, la capacidad no es una cuestión de género. La mujer tiene una visión diferente a la del hombre y la sinergia entre los dos enriquece a una línea de pensamiento. Por eso en mis gestiones siempre he estado acompañado por una mujer. Cada uno aporta su punto de vista. No hay diferencias, no debemos subestimar a la mujer y hay que tener en cuenta la visión que tienen las mujeres para abordar problemáticas que a veces los varones no le encontramos soluciones. El gabinete va a estar bastante equilibrado. Ya la fórmula era equilibrada por una brillante filósofa antropóloga que es Analía Ponce, que va a enriquecer esta gestión.