Estaba preso en el Servicio Penitenciario de Chimbas y desde febrero de 2019 había recibido el beneficio de las salidas transitorias. Pero nadie sabía que en esas horas que pasaba fuera de la cárcel de Chimbas le hacía vivir un verdadero calvario a su pareja y madre de sus cuatro hijos. Fue recién a fines del año pasado, tras un violento episodio, que la víctima se animó a exponer el caso y a denunciarlo.
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Según cuenta Diario de Cuyo, el sujeto fue identificado como Fidel Osvaldo Aranda, quien hace días cumplió 30 años y está detenido por una condena de 3 años por robo. Ahora se sumaron otros delitos a su planilla prontuarial, después de que el juez de instrucción Guillermo Adárvez lo procesó por abuso sexual con acceso carnal, lesiones agravadas por la relación de pareja y amenazas.
La declaración de la víctima fue clave para conocer en profundidad este aberrante caso. Según el testimonio de la mujer, ambos se conocieron en diciembre de 2018 y a los pocos meses ya convivían en una vivienda ubicada en Rawson. Fue justamente en ese domicilio donde sufrió las agresiones de Aranda. Primero la empezó a maltratar verbalmente, según la mujer, porque era “muy celoso”, y después empezó a violentarla físicamente.
En agosto de 2020, cuando ella estaba acostada, el sujeto la levantó de una patada en la espalda. Ese episodio la dejó internada. Después, tras una breve separación, se reconciliaron y el agresor le pidió perdón. Sin embargo, nada cambió porque a los pocos días la noqueó de una trompada en un cumpleaños. También fue por celos, según relató la víctima.
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El último episodio ocurrió en diciembre pasado, cuando Aranda la roció con alcohol e intentó prenderla fuego. A raíz de esta traumática situación, la mujer decidió denunciarlo en la comisaría. El sujeto, en sede policial, se defendió y acusó a su pareja de “celosa”. Pero el juez consideró acreditados los dichos de la mujer y lo procesó.
