Fue por medio de un concurso organizado por el gobierno de las Islas, en conjunto con la Embajada de Inglaterra que Braian Espinoza, un joven de San Juan, llegó a conocer las Islas Malvinas, ya no solo a través de los libros de historia, sino que logró aterrizar en ellas. El joven contó en exclusiva su experiencia, los sentimientos encontrados y el homenaje que lo llevó a reflexionar sobre ser argentino.
“Empezó el viaje más importante de mi vida, estoy en Malvinas. Desde el momento en que el avión comenzó aterrizar y veía las Islas desde mi ventana, la emoción me superó. Me sentí desbordado de emociones, pensaba en toda la historia que la envuelve y en los héroes, que dejaron cuanto tuvieron en cada combate”, publicó emocionado el día en que empezó su viaje.
El joven de 24 años, realizador cinematográfico y estudiante de Relaciones Internacionales contó a Vía País la preparación para el concurso, los detalles que lo inspiraron y llevaron a querer conocer las islas.
“Desde muy chico despertó una curiosidad en mí por la geografía y los idiomas. Me gustaba abrir los libros y explorar mapas. Esa curiosidad de alguna manera se convirtió en mi motivación para aprender más”, fue una de las cosas que destacó Braian y recordó un viaje de intercambio que realizo cuando tenía apenas 16 años, pero que le “cambió la forma de ver el mundo”.
A pesar de su curiosidad, su amor por estudiar idiomas y su pasión por la geografía, Braian tiene un vínculo familiar que lo une a esta experiencia. “Mi tío fue uno de los obreros que viajó a las Islas Georgias del Sur para desmantelar instalaciones balleneras abandonadas, en 1982. Escuche muchas anécdotas y cada vez que lo hablamos me genera muchas emociones, pero destaco una por sobre las demás, el orgullo. Él estaba y está convencido que Malvinas es una causa que nos une a todos y esa herencia me la transmitió. Poder contar que tengo un familiar combatiente que no deja de luchar y que lleva la causa en la sangre me pone muy orgulloso”.
Del concurso que invita estudiantes regionales a conocer las Islas Malvinas se enteró en el año 2019, y sin dudarlo, el último día de inscripción alcanzó a mandar todo lo solicitado. “Cada vez que pensaba en ese viaje se me venían a la cabeza los relatos de mi tío, lo que aprendí en las clases de la escuela y ese suelo querido se me reflejaba. Me veía conociendo la tierra austral por la cual nuestros héroes lucharon con tanto valor”.
La crónica de un viaje por las Islas Malvinas y un emocionante homenaje
Todo empezó con el anuncio, el joven era uno de los 4 latinoamericanos que pisaría las Islas en 2023. “Desde que se publicó la lista de los 10 finalistas aparecieron muchas opiniones dividas sobre el tema. Mis intenciones desde el momento en que me anote siempre fueron de buena fe y totalmente genuinas por conocer nuestro territorio”, contó el joven ante las polémicas desatadas al concurso.
Recibí mensajes alentadores, por un lado, pero también críticas, algunas no tan amigables. Leí y escuché con mucho respeto la mayoría de esas críticas y decidí aceptar el viaje porque tenía esa necesidad de convertir esos relatos de mi tío y todo lo que aprendí (y sigo aprendiendo) en una realidad, viajar a la historia que conforma mi identidad. Además, lo vi como una oportunidad para poder compartir en las redes no solamente el paisaje malvinero sino también sus singularidades, su increíble patrimonio natural y especialmente mostrar porque es importante mantener siempre viva la memoria, especialmente en nuestra generación “, relató.
Su arribo a Malvinas se dio el sábado 14 de enero y, desde ese día, comenzó a dar a conocer a toda su experiencia. “El paisaje es tremendo, todavía no encuentro la palabra perfecta para describir todo lo que veo. Soy el tercer argentino en ganar el concurso para vivir este intercambio y espero poder compartirles todo lo increíble que tiene Malvinas”, relató sobre la geografía del lugar.
“Llevó 7 días en la Islas, mucho por conocer y hacer. Hice un viaje de 30 minutos en avioneta hasta una pequeña isla ubicada al sur de la Isla Soledad. Solo viven 6 personas ahí y habitan más de 5 mil pingüinos de 4 diferentes especies. Ver el Atlántico Sur es increíble y estar acá es una locura por todo lo que significa para mí como argentino”, publicó en sus redes sociales a especie de bitácora de viaje”.
En su agenda el sanjuanino tenía algunos puntos de interés referidos a la historia del conflicto de 1982 como el Monte Longdon y Tumbledown y el cementerio argentino en Darwin, que finalmente pudo, no solamente visitar, sino realizar un emotivo homenaje.
“A 40 años de Malvinas, una causa muy al corazón de los argentinos, pude visitar el Cementerio donde descansan nuestros héroes. Es imprescindible sostener la memoria activa. Estando en el cementerio le rendí homenaje a Julio Rubén Cao, maestro soldado apasionado por nuestra bandera, un hombre lleno de valores para destacar”, escribió el joven.
Y agrego “hoy quiero recordar y honrarlo a él como así también a todos los héroes que participaron, especialmente a los que nunca regresaron. Todos ellos demostraron los grandes valores de nuestro país”.
“Conocer las Islas Malvinas, sentirlas y encontrarme con todo eso que veía por fotografías o mapas me cargo de muchas emociones y sensaciones, algunas veces eran extrañas y otras tan fuertes que no podía encontrarles un nombre. Estar en Malvinas es doloroso, pero también te lleva a reflexionar la importancia de amar y valorar lo que por derecho nos corresponde. Soy latinoamericano y argentino, para mí se llaman “Islas Malvinas” y eso nunca va a cambiar”, concluyó Braian sobre su experiencia.